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Con el gol, cuando apenas habían transcurrido dos minutos del último partido de la fase de grupos en el primer Mundial femenino de Panamá, Cox hizo historia.
AP
Tras pitarse un tiro libre a 30 metros del arco, la capitana panameña Marta Cox ejecutó un disparo combeado que clavó en el ángulo superior derecho ante Francia.
Con el gol, cuando apenas habían transcurrido dos minutos del último partido de la fase de grupos en el primer Mundial femenino de Panamá, Cox hizo historia.
Si alguien tenía que marcar el primer de Panamá en una Copa del Mundo, tenía que ser Cox. Era su destino.
“Esa es una de sus especialidades”, dijo la atacante panameña Riley Tanner. “Clavarla así en la red fue una locura”.
Cox, de 26 años, se arrodillo y lloró tras darla la ventaja a su equipo. Sus compañeros se arremolinaron sobre ella. Al levantarse, sopló un beso hacia el cielo — un gesto a su fallecida madre.
“Siempre lo hago”, dijo Cox sobre el beso. “Siempre estaré agradecida”.
En mayo de 2022, la madre de Cox, Rubiela Del Carmen Villareal, falleció de un cáncer del estómago. El deceso ocurrió justo cuando Panamá disputaba una tanda de partidos por las eliminatorias mundialistas.
Cox también asistió en el gol de Lineth Cedeño que aseguró la clasificación al Mundial. La victoria 1-0 ante Paraguay le dio a las panameñas el 32do y último boleto al torneo, justamente a un año del deceso de Villareal.
Su madre soñó en que Cox estaría algún día en un Mundial femenino. Fue la baluarte de un equipo que derrochó garra y tesón en la cancha.
El gol madrugador de Cox fue el primero de tres de las panameñas en la derrota 6-3 ante Francia. Panamá había quedado eliminada de antemano tras sucumbir 4-0 ante Brasil y 1-0 frente a Jamaica. Francia ganó el grupo, con Jamaica como escolta.
“Esta noche demostramos que nuestra presencia aquí estaba justificada”, dijo la zaguera Carina Baltrip-Reyes.
Con cada gol anotado, las Canaleras celebraron con los 40.498 en el Estadio de Sydney. Al sonar el silbatazo final, las jugadores se acercaron al sector donde se encontraban los hinchas panameños para cantar y bailar con ellos.
“Sufrimos tres derrotas, pero vamos a regresar más fuertes”, dijo Ignacio Quintana, el técnico mexicano de Panamá. “Demostraron que pueden jugar tú por tú contra cualquiera y es cuestión de creérsela”.