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En un comunicado el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz, se unió al dolor de la Arquidiócesis de Morelia y a los hermanos religiosos de la Provincia Agustiniana de San Nicolás de Tolentino de Michoacán.
Con información de EL UNIVERSAL
El cuerpo del sacerdote Javier García Villafaña, muerto a balazos en la carretera Cuitzeo-Huandacareo, Michoacán, es velado en el templo de San Agustín, de Salamanca, en donde ejerció su ministerio por varios años, antes de ser asignado a la parroquia de la comunidad de Capacho, en la vecina entidad.
Las honras fúnebres se realizan en esta ciudad a petición de la familia de Fray Javier y de la orden de San Agustín.
Los restos del religioso llegaron después del mediodía de este martes en un ataúd color nogal que fue bendecido con agua bendita.
Feligreses arribaron al templo de San Agustín para unirse al rezo de rosarios y expresar sus condolencias a los familiares y clérigos; oraron por el descanso eterno de quien consagró su vida a decir el Evangelio de Cristo a los fieles y sirvió a la Iglesia Católica
Javier García Villafaña nació en la localidad de San José los Duros, Salamanca, el 16 de mayo de 1963 y el 13 de abril de 1989 se consagró como sacerdote en la parroquia de San Juan Bautista en la ciudad de Moroleón, Guanajuato.
El padre Vicente, superior de la Orden de los Agustinos, señaló que Fray Javier será velado durante toda la noche y se oficiará una misa de cuerpo presente a la 1:00 de la tarde de este miércoles. Después de la celebración el presbítero será sepultado en el panteón.
En un comunicado el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz, se unió al dolor de la Arquidiócesis de Morelia y a los hermanos religiosos de la Provincia Agustiniana de San Nicolás de Tolentino de Michoacán.
García Villafaña fue encontrado sin vida con impactos de bala dentro de un automóvil la noche de este 22 de mayo, en las cercanías de la comunidad de Capacho, municipio de Huandacareo, donde estaba iniciando su ministerio de párroco.