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Diario de un chilango (éste no es plagiado)

#InPerfecciones
“Detrás de cada gran fortuna hay un delito” -Honoré de Balzac

 

 

Pablo Ricardo Rivera Tejeda / @PabloRiveraRT
pricardo.rivera@gmail.com

 

Son pocas las cosas que hoy en día nos causan sorpresa. Pareciera que México nos obliga a ser sumisos ante sucesos de índole inimaginable. Una ministra que plagió su tesis no admite crítica a su inexistente carrera de prestigio. Una jefa de gobierno que está obsesionada con los complots y los montajes –de los cuales, curiosamente, era la más férrea enemiga en sus tiempos de oposición–, no puede hacer a un lado sus aspiraciones políticas. Y claro, un servicio de transporte público está al borde del colapso y,  ¿qué sucede? En efecto, aparece la Guardia Nacional para remediar todos los males habidos y por haber.

 

Las últimas semanas han sido de gran ajetreo en todos los sentidos. Aún recuerdo que un amigo me contaba hace poco algunas anécdotas sobre sus viajes en el metro. En un inicio, nadie hubiera pensado que un pilar fundamental para la movilidad de los ciudadanos podría tener tantos defectos. Hace casi 2 años sucedió la tragedia de la Línea 12. Hubieron muchos acusados, infinidad de investigaciones y peritajes, empero, ningún culpable. Claudia Sheinbaum, sin temor a equivocarme, ha sido partícipe de un descontrol total en la ciudad. ¡Cómo es posible que no se pueda destinar un presupuesto adecuado para el mantenimiento del metro!

 

Lo que vemos es una completa burla. No me quiero imaginar con qué calidad moral o ética la señora Sheinbaum podría aspirar a la candidatura para la presidencia, cargando con el peso de muertos y heridos en sus hombros. Su hipocresía y desinterés ha llegado a un punto culminante en el que no sólo ella o sus allegados se ven afectados, sino todos los que estamos bajo su supuesta “protección”. 

 

Debo ser sincero. Hace un tiempo, si me hubieran preguntado quién sería un buen candidato por parte del partido en el poder, posiblemente hubiera dicho que Claudia no sería una opción tan descabellada, al menos tomando en cuenta los hechos recientes de nuestro México. Hoy, preferiría romper la boleta el día de las elecciones a permitir que la déspota jefa de gobierno siga en el poder, cobrando con el paso de las semanas, cada vez más vidas.

 

No quiero que se me malinterprete. Al igual que reconozco y critico la administración de López y sus allegados, creo que Va X México tampoco ha hecho ningún bien. Quién diría que el PAN, PRI y PRD aparecerían en coalición para las gubernaturas de varias Entidades Federativas cuando hace 30 años eso hubiera sido impensable. El PRI mantiene a nuestro querido amigo ALITO a pesar de su nula integridad moral o interés por el país. El PAN, busca poner como candidata a Margarita Zavala, y el PRD, busca incansablemente un tratamiento para su anemia de votos, con un coordinador en el Senado, por cierto, impune y de lo peor.

 

No es vergüenza ni rabia, es tristeza e impotencia. No veo otra cosa más que cientos de monstruos voraces que terminan con lo poco que resta de un México infestado de un cáncer llamado corrupción.

 

Pero, ojalá fuese sólo eso lo que me alterará, sin embargo, la ministro Yasmin Esquivel da otro golpe mortal.

 

Recientemente, el escándalo con respecto al plagio de tesis de la ministro fue de lo más sonado. Una alta funcionaria del poder judicial había participado en un acto de completa deshonestidad en sus estudios profesionales. La tesis de Esquivel es una indiscutible copia de Edgar Ulises Báez. No obstante, la UNAM, y la FES Aragón argumentaron que no había un procedimiento establecido para sancionar este tipo de conductas atendiendo al contexto y las circunstancias del caso. Otra burla más para este lúgubre diario. 

 

–¡No me avergüenzo de nada! –dijo la ministro con plena convicción en su estúpida mentira. 

 

Tal vez no sea momento de avergonzarse del acto que cometió, más bien, sería pertinente que se sintiera avergonzada de toda una carrera construida gracias a la falsedad. Debería sentirse avergonzada de los padres que mandó a la cárcel por buscar únicamente el bienestar de su hijo y la tan famosa impartición de justicia. 

 

Si en los puestos más altos de la SCJN tenemos a personas que no pueden argumentar más que en favor de sus intereses personales, ¿cómo es que pretendemos progresar como país? No caigamos en tecnicismos, simplemente observemos cómo la corrupción afecta al PIB per cápita de los países, al igual que a su Índice de Desarrollo Humano. 

 

Si las controversias son resultas por personas que no están tan siquiera calificadas para dicho cometido, no nos impresionemos cuando el país se desmorone y la justicia sólo se aprecie en las cenizas de lo que alguna vez fue brillante sobre el papel, pero que en la realidad se estancó en un mero sueño iluso.

 

En fin, créeme, querido lector, que no es mi intención empezar el año con estas noticias que no hacen más que devastarnos desde donde sea que veamos la película de acontecimientos, pero me parece insoportable el encubrir tales actos y resignarnos a vivir bajo su tiranía.

 

Cierra los ojos, y piensa la basura de personas que velan por nuestro bien, no nos quedemos atónitos, mejor callemos una vez dicho todo lo que se debe de exponer. 

 

¡Bienvenidos a México!, 

Un chilango.

 

#InPerfecto

 

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