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El día de ayer martes 20 de septiembre se celebró el día mundial de la libertad de expresión de pensamiento, esto como parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Daniel Blanquel / @DHBlanquel
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El día de ayer martes 20 de septiembre se celebró el día mundial de la libertad de expresión de pensamiento, esto como parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos emitida por la Organización de las Naciones Unidas regulada por el artículo 19.
Esta fecha se conmemora por los hechos acontecidos en 1870 donde fuerzas garibaldinas y libertarias derrotan a las fuerzas del Vaticano que eran aliadas del imperio francés , lo que significó la caída del poder del papado y sus regímenes políticos de “Derecho Divino”.
La intención no es festejar una derrota de la Iglesia Católica, hacemos referencia a lo anterior para poder tener un contexto de lo que hoy platicaremos, que es, la libertad de expresión que hoy podemos disfrutar.
Durante muchos años las libertades en nuestro país se han visto transformadas, para bien o para mal han cambiado según la circunstancia del momento que se viva, ya que para unos tal vez sea conveniente pero para otros la opinión sea diversa dependiendo de la experiencia.
Nuestro país ha pasado por diferentes regímenes políticos, sin contar los asensos al poder que se vivían antes, durante y después de la revolución ya que cualquiera que se armara de valor desconocía al Presidente en turno, promulgaba un Plan y con el apoyo de unos cuantos nacionales se levantaba en armas para llegar a la silla presidencial, y la suerte que corría el derrocado era variable, un simple exilio o la perdida de la vida.
Cuando comenzó la era de las instituciones dictada por Plutarco Elías Calles el poder absoluto era de quien portara la banda presidencial, y es aquí donde la libertad de expresión vivió momentos de oscuridad, pues si alguien tenía la osadía de expresar alguna opinión en público negativa al presidente sus días terminarían en la Penitenciaria de Lecumberri.
La libertad de expresión era algo que en el México del siglo XX prácticamente no existía, los únicos que contaban con este privilegio eran los medios oficialistas y las huestes del partido y presidente en turno.
Hubo un tiempo donde las palabras que se pronunciaban en el gabinete se hicieron famosas hasta nuestros días, tales como:
- La moral es un árbol que da moras
- ¿Qué ora es Señor Secretario? La hora que usted diga Señor Presidente
Estos son solo algunos ejemplos que todo tenemos en nuestras mentes a pesar de los años trascurridos y que reflejaban el verdadero actuar de las autoridades en nuestro país.
Años después al vivir la alternancia política en el año 2000 se vivió una apertura mayor en cuestiones de libertades de expresión a tal punto que se llegó a la ridiculización de la figura presidencial en caricaturas, comentarios, publicaciones y más.
Si bien es cierto que tenemos derecho a una libre expresión también debemos recordar el respeto a instituciones tan importantes como lo es la figura presidencial, aunque en ocasiones no le den el respeto preciso quien ostenta tal envergadura.
En las últimas fechas los medios tradicionales no han cambiado mucho respecto de sus dichos y hechos, empero, los nuevos medios, esos que no cuentan con grandes sumas de dinero en producción, publicidad y distribución han evidenciado los manejos de los gobiernos actuales.
Hay medios que cuentan con compañeros periodistas e investigadores que han sufrido amenazas por la realización de su trabajo periodístico y muchos más que desafortunadamente han perdido la vida en el ejercicio de sus funciones.
Nos quieren decir que el número de homicidios no ha aumentado, que lo que realmente pasa es que se dan a conocer más, la verdad no vamos a defender ni a desmentir a nadie, pero lo que si vamos a expresar es que nadie debería de morir a causa de un homicidio, nadie debiese arrebatarle la vida a ninguna persona.
En fechas recientes todos hemos escuchado que hombres y mujeres, sobre todo pertenecientes a medios de comunicación independientes sufrieron amenazas, atentados y repito muchos son asesinados sin importar si son padres o madres de familia, hijos, esposos o hermanos de alguien.
También pugnamos por el respeto a la familia de los personajes públicos de la política nacional, estos, no deben ser objeto de burlas sobre todo por su aspecto físico pero si están en el menester de las críticas, desafortunadamente por las acciones de sus familiares.
Repetimos, no pretendemos atacar ni defender a nadie solo deseamos que la libertad de expresión se ejerza con responsabilidad y que quienes son responsables de brindar seguridad hagan su trabajo, sin importar si deben cuidar a sus detractores pues aunque no lo deseen, es un obligación concatenada a su trabajo como autoridades.