#InPerfecciones
“Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad” –Blaise Pascal
Pablo Ricardo Rivera Tejeda / @PabloRiveraRT
pricardo.rivera@gmail.com
Imágenes, videos, conversaciones, tweets, polémica…Sí, generalmente nuestra realidad.
Desde el origen de la especie humana, esta siempre ha tratado de plasmar y difundir todas aquellas vivencias o experiencias ocurridas en carne y hueso. Narrar, es por de facto una cualidad que el hombre posee, y dejando de lado la estricta acepción literaria, son raros los momentos en nuestro día a día cuando no estamos narrando algún hecho o acontecimiento.
Así, lo que también peca de curioso es que narrar va más allá de contar, pues involucra que un tercero o varios, escuchen todo aquello que se cuenta, brindando además de información, una oportunidad para la propia interpretación mediante la imaginación, la cual por cierto es también parte esencial del ser humano, y en infinidad de momentos, nos proporciona un vía de escape, de nuestra monótona y dura realidad.
Es así que al encontrarnos en un entorno influenciado enormemente por las pantallas y la tecnología, hemos olvidado el potencial de la imaginación, haciéndose esta presente cuando leemos un libro, escuchamos alguna canción, dibujamos o realizamos cualquier tipo de actividad que requiera de creatividad e ingenio.
No obstante, como se dice comúnmente: del dicho al hecho, hay mucho trecho, y es que en una realidad donde la digitalización del contenido e información ha contribuido al surgimiento de una sociedad que invariablemente ansía la inmediatez, cada vez se torna más difícil disfrutar de un buen libro, dibujar lo primero que nos venga en gana o saborear incluso una buena pieza musical, pues tal como el vicio esclaviza al hombre, así también lo hace la ausencia de su inventiva. Aún así, no debemos olvidar que la mejor manera para alejarnos al menos un momento de nuestra cotidianeidad es creando, armando o pintando en nuestra mente un nuevo paisaje descomunal.
Increíbles y asombrosos son los mundos que podemos encontrar sumergidos en lo más profundo de nuestro ingenio. Es asombroso lo mucho que el pensar y estar un momento sumidos en la nada nos puede hacer experimentar, pues consideremos que en lo irreal se encuentra lo imposible, se cumplen los sueños y deseos que por una u otra razón son inalcanzables en la autenticidad, y se encuentra también aquello que sin demandar reglas o precisiones, es realizable en todo su esplendor.
Tomémonos al menos un momento con frecuencia en el que nos liberemos de los grilletes que aprisionan nuestra creatividad. Démosle aliento, con la lectura, el amor y el arte, a una imaginación que a veces oxidada por la gran suma de tiempo que pasamos en redes o internet, ha olvidado lo que es soñar, siendo así conscientes de los muchos mundos que aún hay por explorar.