#InPerfecciones
El populismo, la demagogia y el autoritarismo como eje de un gobierno represor.
Alexis León González / @alexisgdl
alexis.leon@inperfecto.com.mx
Con la muerte el pasado viernes del presidente de México (1970 – 1976) Luis Echeverría Álvarez, se cierra una de las historias más negras en la política mexicana contemporánea donde el populismo fue el eje que impulso el odio la intolerancia en un gobierno lleno de perjuicios, que los traslado a la política pública. Siempre le persiguió la sombra como el autor intelectual de las matanzas del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y la del jueves de Corpus el 10 de junio de 1971 el halconazo.
El autoritarismo alcanzo Julio Scherer y al Excélsior con grandes atentados a la libertad de expresión, claro estamos hablando de los años setentas del siglo XX años de la omnipresencia del PRI y de la voluntad caprichosa del presidente en turno.
Pero sin lugar a dudas uno de los capítulos más deleznables en el gobierno del presidente Luis Echeverría fue la “Guerra Sucia” El ataque frontal contra sus opositores contra las guerrillas contra los campesinos inconformes con la miseria del campo y la falta de oportunidades ofertadas por ese gobierno, tachado como paternalista, solo con unos cuantos con la oligarquía de siempre, con esa misma oligarquía del poder factico de la que es compinche el actual presidente mexicano sí claro el Sr. López Obrador.
El populista gobierno de Echeverría Álvarez será por siempre recordado también como el gobierno inepto que deterioro la política económica, el gobierno de grandes devaluaciones y de altas tasas de inflación como todo gobierno populista oferto soluciones simplonas a los grandes retos de la economía mexicana.
Hoy México despide con desprecio, pero aún más con indiferencia a uno de sus expresidentes que nunca supo ser líder, pero que dejo a un país, a una sociedad agraviada.