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Paternidad.

#Sexualidad
Nadie puede dar lo que no recibió y seguro es que ellos dieron todo lo que tenían y más de lo que de sus padres recibieron…

 

 

Dr. Juan Manuel Carvajal Blancas / 951 226 29 13
Juanmanuel.carvajal@inperfecto.com.mx

 

“Perdonar” a nuestros padres por lo que hicieron o dejaron de hacer en nuestra crianza es una patraña tan grande como esperar que ellos nos pidan perdón. 

A los padres no se les perdona, como tampoco se les justifica,  si acaso se les comprende. Desde su inconsciencia, su historia de dolor y maltrato,  su ignorancia o sus enfermedades desatendidas, cometieron errores y repitieron patrones, tantos como los hijos los cometemos cuando nos toca vivir su papel. A final de cuentas nadie aprende a ser madre o padre si no es con base a la experiencia. 

Pretender perdonar a mi madre o a mi padre por el daño que me hayan causado, me coloca en condición de superioridad y ensoberbece mi ego. 

Trabajar en psicoterapia mi rencor, mi odio y todos mis sentimientos tóxicos hacia mis padres abre el camino hacia la comprensión de su historia y el reencuentro con su amor. Nadie puede dar lo que no recibió y seguro es que ellos dieron todo lo que tenían y más de lo que de sus padres recibieron.

Lo cierto es que en nuestra vida, necesitamos de ambos padres, vivos o muertos,  con o sin su presencia es importante reconciliarnos con ellos,  guardar en nuestro interior, con amor, su imagen positiva, reconociendo y amando lo sano de ellos que llevo conmigo y la parte también tóxica que me hace sombra para seguir trabajando en sanarme.

No logro integrarme  en el mundo, amarme  y prosperar, mientras esté en pleito con quienes son los pilares de mi existencia.

 

#InPerfecto 

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