#Sexualidad
DERECHOS SEXUALES Y DERECHOS REPRODUCTIVOS ¡HAZLOS TUYOS!
Viridiana Martínez
sexualidad@inperfecto.com.mx
El abordaje de la sexualidad(es) históricamente ha sostenido un discurso dónde el miedo, el estigma y la culpa forman una triada perfecta, que ha limitado la visión hacia el cuerpo, las prácticas sexuales y el placer. Es importante replantearse transmitir una visión positiva de la sexualidad y poner al alcance de la población los recursos disponibles para que puedan tomar decisiones desde la ética relacional, el autocuidado, los derechos, autoconocimiento del cuerpo, comunicación y respeto.
Se pone atención en las adolescencias y juventudes porque se les mira desde un enfoque adultocentrista que minimiza y estigmatiza a estos grupos etarios, se cuestiona su capacidad de tomar decisiones responsables. No se descarta que están en una posición vulnerable, sin embargo, es importante brindar información y recursos para que de manera autónoma puedan tomar decisiones sobre diferentes aspectos de su sexualidad.
La población adulta no está exenta de verse vulnerados en sus Derechos sexuales y Derechos reproductivos (DSyDR); al contrario, venimos de generaciones dónde no se hablaba de una ciudadanía en derechos, ni mucho menos se discutía en la agenda mundial temas como el embarazo no planeado y/o no deseado, identidades sexo-genericas ni mucho menos los gustos sexuales. Por ello, deben abordarse los DSyDR desde cinco perspectivas:
- Feminista
- El placer como punto de partida
- Enfoque intercultural
- Interseccionalidad
- Diversidad sexual, afectiva y de género
Desde una perspectiva feminista se promueve la transformación de las desigualdades de género y cuestiona el modelo hegemónico de las sexualidades. Se apuesta por un modelo con bases éticas en el terreno sexual que permita el empoderamiento de los orgasmos, los deseos y las fantasías. Se han de visibilizar los comportamientos machistas que normalizan las relaciones de poder y que colocan a la mujer y a las personas que se encuentran fuera de la norma en una posición de vulnerabilidad, sumisión y como blanco fácil de violencias.
Si el placer está en el centro de las intervenciones y actividades que se desarrollan se da un espacio al autoconocimiento y el empoderamiento que permite gestionar los propios límites, cuerpos y deseos, sólo así será posible construir prácticas y relaciones placenteras y saludables. se evita un modelo coitocéntrico que reduce la práctica sexual a la penetración vaginal, cuyo sentido y valor está básicamente limitado a la actividad del pene erecto y su eyaculación(reproducción como fin único en un modelo heterosexual).
Un enfoque intercultural nos obliga a cuestionar el etnocentrismo y a acoger la diversidad cultural. Trata de detectar y tener en cuenta los imaginarios simbólicos y representaciones sociales que circulan en el ámbito de las sexualidades y que se correlacionan con el lugar de procedencia y el origen cultural, así como con el entorno inmediato y grupo de pertenencia.
La perspectiva interseccional reconoce las discriminaciones múltiples que existen en nuestra sociedad, ser consciente que en cualquier situación interceden múltiples factores como la edad, el sexo, el género, orientación y/o preferencia sexual, origen, raza, religión, diversidad funcional que pueden dar lugar a una situación de discriminación, ejemplo de ello son las corporalidades no hegemónicas que merece ser tomadas en cuenta y ser parte activa de la vida pública: personas con diversidad funcional, personas que asisten y acompañan en el plano sexual, neurodivergentes, gordes, mujeres y niñas con pene, hombres con mamas, personas con género fluido, con diversas variaciones en la genitalidad, con distintos colores de piel, procedencias y orígenes culturales, creencias, posiciones sociales y trabajos. Las variables y posibilidades además se pueden producir en simultáneo en una misma persona, es necesario reconocer las combinaciones particulares para formar imaginarios amplios y libres de discriminación.
Existen preferencias sexuales más allá de la heterosexualidad (lesbianas, gays, bisexuales) y también una multiplicidad de prácticas, vínculos y deseos sexuales que exceden lo normativo, el coitocentrismo y la monogamia. Resulta fundamental detectar y eliminar el uso de estereotipos que supongan relaciones de subordinación-dominación y/o inferioridad-dependencia. La feminización de los gays, la masculinización de las lesbianas y la ridiculización de las personas trans resulta discriminatoria cuando se ejecuta fuera del contexto en el que las personas lo dicen de sí mismas o de otras.
Dentro de los DSyDR existe uno fundamental que es el acceso a la Educación Integran en Sexualidad(EIS). La EIS posibilita la construcción de espacios para abordar la sexualidad como un proceso dinámico y multidimensional, abre posibilidades para celebrar la diversidad, la comprensión de los deseos y la búsqueda del placer. La sexualidad es una dimensión humana tan importante como las otras y la EIS es un instrumento de transformación social que permite construir relaciones positivas que promuevan la no discriminación y el respeto. Es importante dejar la idea que la EIS solo se debe impartir en aulas con poblaciones escolarizadas o sectores de la población que pueden costearla, si bien es cierto que los gobiernos tienen la obligación de crear políticas publicas y programas encaminados a la promoción y garantizar los DSyDR; existen otros espacios y poblaciones que deben ser tomadas en cuenta, por ello existen proyectos independientes o grupos de la sociedad civil que a través del artivismo, activismo y defensoría de los DSyDR brindan una visión positiva de la sexualidad, tenemos una sexualidad única, cada persona tiene su forma de vivirla y es diferente a la del resto de personas aunque en la estructura se parece. Cambia a lo largo de las diferentes etapas del ciclo vital = sexualidaES.