#InPerfecciones
“Toda violencia es el resultado de personas engañándose, para creer que su dolor es provocado por otra gente pensando por lo tanto que merecen ser castigadas.” –Marshall Rosenberg
Alexis León González / @alexisgdl
alexis.leon@inperfecto.com.mx
La sociedad mexicana nunca debe de aceptar como normal la violencia del cualquier tipo, porque de no ser así seremos rehenes de unos cuantos de una oligarquía que decidirá nuestros destinos como sociedad, fortaleciendo sus cotos de poder.
Todos los días somos testigos del como se genera violencia durante “las conferencias” matutinas del presidente y jefe del estado mexicano el Sr. López Obrador, se confronta, se divide, se acusa, se enjuicia y se sentencia, la mayor parte de las veces sin la más mínima prueba o evidencia sólida que sostenga sus dichos, lo peor es que ahora se trasladó esta diatriba a los gobernadores del Movimiento de Regeneración Nacional, haciendo una réplica del discurso del “Tlatoani Lopez”
Todos los días conocemos de hechos violentos en el país ya sean provocados por la delincuencia organizada o por el crimen común, hechos violentos también dentro de los hogares, provocados por los que ligados a diferentes sentimientos se juraron amor, respeto y cuidado mutuo, cada vez somos testigos del grave aumento en la violencia entre adolescentes, también somos testigos de como la violencia institucional re victimiza a familiares que acuden ante las diferentes autoridades del estado mexicano a exigir justicia por su ser querido, hoy somos testigos de la barbarie de la guerra en pleno siglo XXI barbaries que creíamos que no seriamos testigos a 80 años de la devastadora segunda guerra mundial.
El sábado quedamos atónitos ante hechos tan deleznables y condenables dentro del deporte más popular en el país, el juego entre Querétaro Vs Atlas de Guadalajara se suspendió a los poco más de 60 minutos jugados, el nivel de violencia nunca antes visto en las canchas del Futbol mexicano obligo a familias completas a resguardar a su hijos, en un lugar donde antes los aficionados y sus familias se sentían seguras. Por eso jamás debemos de normalizar la violencia pues estaríamos condenados a perder nuestras libertades.