#InPerfecciones
El pasado fin de semana acontecieron grandes eventos deportivos donde figuraron dos mexicanos exitosos: Saúl ‘Canelo’ Álvarez y Sergio ‘Checo’ Pérez; algún sector de la sociedad los ve como sus héroes, ¿es así de fácil?
Jorge García Vielma
jorge.garcía@inperfecto.com.mx
Canta y no llores, dicta una de las melodías mexicanas más representativas; para algunos el segundo himno nacional, la cual aparece cuando alguien nacido en estas tierras está desempeñando una labor espectacular, y el pasado fin de semana ocurrió así. Contadas son las veces que un representante nacional se codea entre los mejores del mundo, en cualquier ámbito de la vida pero particularmente en el Deporte, podría parecer que las invitaciones a este tipo de reuniones son excluyentes para quiénes cuentan con pasaporte mexicano. Es por lo anterior que cuando algún compatriota logra acceder a este selecto espacio de inmediato aflora un sentimiento nacionalista, discutir si es bueno o malo ya es tema aparte, por un momento se respira una armonía y hay una mayoría en quiénes deciden apoyar en lugar de ir en contra.
La bandera de México no suele ocupar un papel protagónico en los desenlaces finales de los principales eventos a nivel mundial, es por ello que se han hecho famosas frases como “el ya merito”, se ha aprendido a vivir con ese dolor. Con base en lo anterior uno entendería que cuando alguien logra codearse en estas instancias todo es felicidad pero ocurre algo raro, la afición mexicana es complicada y exigente, casi no se alcanza a dimensionar el éxito que se está fraguando frente a sus ojos, al ver que sus representantes están casi a punto de alcanzar la gloria no esperan una falla de éste y aspiran a lo máximo. Y cuando todo confabula en pro de los atletas mexicanos de inmediato aparecen las críticas a su trabajo, casi todas las ocasiones son así y aunque se buscara erradicarlo es algo que enaltece más el triunfo; para muestra un botón: Saúl Álvarez y Sergio Pérez.
La navidad se adelantó, gracias al Deporte se tuvo la oportunidad de poder disfrutar a dos mexicanos brillando en lo más alto del boxeo y automovilismo, ‘Canelo’ y ‘Checo’ respectivamente. Ambos tapatíos que tanto sábado y domingo lograron hondear el lábaro patrio en lo más alto, algunos románticos deportivos no dudaron en catalogar a este fin de semana como histórico para la nación, ¿cómo es que el Deporte logra algo así? Fácil, en países como México pocas son las alegrías con las que cuenta la sociedad que suele refugiarse en hechos tan espontáneos pero duraderos como los ofrecidos por el ámbito deportivo. En todos los encabezados a nivel nacional, y hasta internacional, aparecieron las figuras de Saúl y Sergio, pero casi en ninguno de estos se hizo un análisis a profundidad sobre todo lo que representan; este será el espacio para desentrañar algunos elementos.
¿Hay puntos de comparación entre lo que ocurre en un cuadrilátero y una pista de carreras? Sí, no solo existe comunión en lo deportivo y por ello el análisis se enriquece más. Se ha tenido la creencia que el boxeo es un camino fácil de recorrer para los nacidos en México porque se cuenta con un instinto de aprender el arte de los golpes para sobrevivir, esta tendencia se inclina hacia los estratos sociales más bajos, no es casualidad que las máximas figuras del pugilismo nacional emerjan de barrios marginales. Es más accesible acudir a un gimnasio y empezar a echar en marcha un sueño, un amplio sector de la sociedad cuenta con posibilidades de ponerse unos guantes y subir al ring.
Ser piloto profesional de carreras no es la cosa más accesible en esta vida, hay mayores dificultades para alcanzar este trazado. Alrededor de la figura de Pérez orbitan muchos discursos peligrosos, uno de ellos abanderado por el “échale ganas”, caracterizado por poder alcanzar cualquier cosa con el simple hecho de desearlo pero no funciona así, el Deporte no debe seguir siendo utilizado para fomentar y legitimar este tipo de arengas. Tan exclusivos son estos espacios que ‘Checo’ se convirtió en el primer mexicano que alcanza el pódium en el GP de la CDMX, por esta razón es que su triunfo se disfruta más para los fanáticos a la Fórmula 1, lo cual se notó cuando la multitud conglomerada en el Autódromo Hermanos Rodríguez se entregó de una manera increíble a su deportista; tampoco ocurre de manera espontánea que el evento mexicano sea el mejor de toda la temporada.
Algo en común que se observó en los recintos de Las Vegas y CDMX son los personajes que tienen la oportunidad de acudir a este tipo de acontecimientos, una clase privilegiada. Fue el mismo Sergio Pérez en una entrevista donde destacó el esfuerzo por parte de la afición para poder comprar un boleto y estar apoyando sin ningún miramiento, el tapatío resaltó que no es nada barato conseguir un acceso para el espectáculo, totalmente cierto. Resulta curioso saber quiénes son aquellos que sí tienen los recursos para pagar por accesos de miles de dólares, se dan cita una élite totalmente distinguida, es normal observar a grandes personalidades de cualquier campo de la vida acudiendo a una fiesta deportiva; aunque claro que también están los que con mucho sacrificio logran colarse al evento, esos de quienes hizo mención el piloto de Red Bull.
Tanto la pelea de ‘Canelo’ y la carrera de ‘Checo’ duraron menos en comparación a todo el show mediático que hay en el entorno, algún detalle que podría parecer insignificante resulta ser todo lo contrario. Conforme pasa el tiempo se comienza a olvidar que hasta hace no mucho se estaba enfrentando una pandemia, la cual obligó a detener eventos masivos pero tal parece que eso ya es cosa del pasado, ni en el MGM de Las Vegas o en el AHR de la CDMX se observó que la sana distancia ya no es un asunto de vida o muerte y el uso de cubrebocas parece ser algo totalmente opcional.
Ojalá con el tiempo se comience a normalizar el cuestionamiento a los eventos deportivos, y no solo con el afán de criticar todo sino preguntarse cosas más allá de récords sobre campeonatos mundiales o vueltas más rápidas, cualquiera puede proponerse la tarea de ir un paso más adelante. El mundo del Deporte es tan bondadoso que si no eres el mejor atleta aún puedes acceder a éste desde otro lado; en el camino andamos.
Rueda el balón, rueda la vida.
