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En el hospital estaba trabajando
cuando la muerte estaba mirando
a un paciente que estaba agonizando,
Jaime sin embargo, una esperanza le estaba dando.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
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Mientras Jaime llamaba
a una enfermera en quien él confiaba
un niño con una alergia
tenía muchas molestias.
“No te sientas mal amiguito,
ahorita con esto estarás más agusto,
pues tu alergia se quita
con el tratamiento, solo agita”.
El niño toma el remedio,
que le dio el Doctor en ese momento,
sintiendo pronto el alivio,
aliviandose rápido y por completo.
“Bueno, amiguito te dejo,
pues tengo programa en InPerfecto,
te dejo el medicamento,
y no creas en un amuleto”.
El niño pronto le dijo:
“Espere Doctor un momento,
yo me siento muy contento
por este gran tratamiento”.
La forma del niño pronto cambió,
en una mujer se convirtió,
Jaime espantado la vió
mirando a la huesuda con una flor.
“Me han dicho que usted es un buen médico,
y comprobarlo en persona he querido
a muchos con calidez les indicó
el tratamiento que al llevar les sirvió”.
Jaime al principio corrió
y su pie de pronto se lastimó,
la Catrina le apareció
diciendo que su pie se lesionó.
“No tengas miedo doctor,
que me ha encantando tu labor,
me he llevado un buen sabor
y el mundo toma otro color”.
Jaime y la Muerte charlaron
de enfermedades que muchos sanaron,
la difunta y él hicieron un trato,
y los dos se despidieron en sano.
El trato no era más
que trabajar en pro de la paz,
para evitar el colapso
del inframundo, a donde todos vamos de paso.