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Estaba en Colombia la muerte de viaje,
comiendo arepas y esperando un carruaje,
de lejos las letras apasionadas de Lore,
la hicieron animarse a regalarle flores.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
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“Escucha poeta, tus letras me gustan,
soy lectora insaciable, de esas que disfrutan,
la bella poesía de verdad me maravilla,
por eso quiero tenerte coonmigo en mi villa”.
Con esas palabras la Muerte invitaba,
a Lore Otálvaro a acompañarla hacia su morada,
sin embargo la también gestora dudaba,
de que intenciones consigo la muerte hablaba.
“Escucha difunta, que honor poder saludarte,
sin embargo no creo en mucho ayudarte,
tengo una familia, y un viaje presente,
Ecuador me llama y mi curso pendiente”.
Entonces la reina del inframundo habló,
con tono impaciente y hasta se aceleró,
le dijo: “No tienes idea de a quien rechazas,
te llevo conmigo y a allá a ver con quien te casas”.
Lore reponde inmediato a la Muerte,
“Yo no te acompaño y menos a casarme,
tengo una familia y sin miedo a temerte,
me quedo en mi mundo, gracias por considerarme”.
La Catrina asustada admitió que era grande,
por tener ese valor y hasta de gritarle,
“Yo parto a México en un abordaje,
escribeme un libro para no llevarte”.
Lore le dijo que el libro tendría,
pero que esperara, porque si no no terminaría,
pero le dejo un libro decente,
de cuentos de Colombia que leyó impaciente.
Ahora Lore le escribe el libro
que la muerte pidió para no llevarla,
será de historias latinoamericanas,
dedicada a su amiga La Calaca.