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Marto operando controles estaba,
cuando una carta de pronto llegaba,
la Calaca a InPerfecto abordaba,
pues su nuevo disco presentaba.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
redaccion@inperfecto.com.mx
Marto el día terminaba,
de la friega que InPerfecto le daba,
y al salir de la oficina,
una dama de canas lo abordaba.
“Marto, por favor toca una sonata,
para esta vieja que ya está cansada,
con la guitarra que traigo en esta canasta,
y prometo darte mesada”.
Marto sacó la guitarra,
mirando a la vieja con una mirada bizarra,
sin embargo al tirar de las cuerdas,
el hermoso sonido a él lo conduciría
a un paseo mental que vaya disrutaría.
Impresionado le preguntó a la difunta:
“¿Que canción quiere que le dedique señora?”.
Ella contestó muy emocionada:
“La Llorona me encanta,
tocala y no estaré desepcionada”.
Marto inició a tocar,
con un sonido que no tiene par,
la calaca de pronto inició a cantar,
los versos que La Llorona le hacen llorar.
Poco a poco la imagen cambió,
de ser una anciana a la calaca miró,
a Marto el miedo invadió,
e hincado con susto suplicó:
“No me lleve, por Dios no me lleve,
mejor le ofrezco una entrevista,
en la sección que es como una revista,
de especiales que muchos revisan”.
La calaca respondió alegremente:
“Siempre te leo y escuchó,
pero tu música para mi fue mucho,
nadie me anima un poco,
ni me invita a salir en la foto”.
La difunta rechazó la entrevista,
pero año con año a Marto visita,
para cantar a la vida,
y sus programas escucha.