Editorial

¿De dónde vienen los mandalas, y qué dicen sobre ti?

#InPerfecciones
Aunque para algunos solo sea un dibujo con muchos colores, para otros es el remedio contra sus propias ansiedades.

 

 

Georgina Valez / @gini_friski
gvt3377@outlook.es

 

Los mandalas son círculos que comienzan en un eje central y se rodean de un montón de figuras simétricas que realmente no tienen un patrón en específico, si no que dejan que los creadores tengan total libertad a la hora de dibujarlos. Tienen su origen en el hinduismo y en el budismo, aunque ha tenido diferentes utilidades en las diferentes culturas que hay alrededor del mundo, sobre todo en los últimos tiempos, ya que son muchas las personas que actualmente utilizan mandalas para colorear o dibujar como terapia antiestrés o para combatir la ansiedad, de hecho, está comprobado que pueden ser utilizados como aliado de la terapia psicológica para ayudar a que un paciente libere sus emociones a través de ellos. Algo parecido, pero con un sentido mucho más espiritual hacían los budistas, utilizaban estos círculos, que por cierto, eso significa la palabra “mandala”, círculo, para meditar, ellos pensaban que ese círculo representaba el centro de su ser, por lo que llegaban a conseguir armonía observándolos. 

 

Si alguien dibuja un mandala el cómo lo haga dice mucho sobre él mismo o sobre cómo se siente, si comienza dibujando desde el centro hacia afuera está utilizándolo como método de sanación y liberación, pero si en cambio lo dibuja de afuera hacia el centro es para él más bien un momento de introspección y reflexión consigo mismo. Lo mismo sucede con los colores que se utilicen para iluminarlo, en esto aplica la psicología del color, si se usan colores rojizos y naranjas la persona está liberando energía más agresiva que si utiliza tonos azules, verdes, o morados. Cada figura que se utiliza al dibujarlos también tiene su razón de ser, por ejemplo, los cuadrados son estabilidad, los espirales son flujo de energía, los laberintos significan confusión y así podría mencionarlos todos si me los supiera. Y encima de todo esto, lo que más me gusta de los mandalas es que no limitan la creatividad, pueden ser tan personales o ajenos como lo quieras, o quizás esto último no tanto, con lo que sabemos ahora. 

 

#InPerfecto