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PODER ELEGIR.

#Sexualidad
Una decisión basada en muchos factores, cada historia es diferente y en ello no deberíamos interferir en el poder de elegir.

 

 

Viridiana Martínez Valencia
sexualidad@inperfecto.com.mx

 

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Los abortos se viven socialmente betados, sean espontáneos o inducidos siempre se evitará hablar de ellos o exponerlos como una problemática social más allá de su discusión política, donde sólo se trata en términos legales.

Si hurgamos en la historia antigua encontraremos que hasta la  Edad Media las matronas eran las que tenían el conocimiento de las plantas abortivas y anticonceptivas. Las mujeres a quienes más tarde se acusó de brujería eran a menudo abortistas. En épocas paganas, el niño no se consideraba como una persona hasta que la madre (o la familia) lo aceptaban formalmente. Si el niño estaba deformado, o simplemente no había sido deseado, era asesinado o abandonado a la intemperie. Entre los pueblos naturales, esta actitud hacia el recién nacido es la regla general, que se observa también ampliamente difundida entre los animales, que, abandonan, asesinan o incluso se comen a los pequeños no deseados (Arthur Evans, Brujeria y Contracultura Gay,p.110). De 1300 a 1800 el poseer este  conocimiento se volvió peligroso, miles de mujeres fueron acusadas de brujas y torturadas  hasta la muerte. Aquella sabiduría fue amordazada.

La idea de que el propósito del sexo es la procreación es una idea industrial moderna, derivada en la última instancia de la tradición judeocristiana. Algunas sociedades naturales más antiguas ni siquiera sabían que los niños se producen cogiendo. Además, la mayoría de las sociedades naturales restringían deliberadamente el crecimiento de la población a través del uso de anticonceptivos herbales y abortos.

Todas las evidencias indican que los pueblos naturales cogían por placer. Su propósito era celebrar el sexo. Sus orgías eran actos de veneración sexual, del poder del sexo que sentían en ellos mismos y en la naturaleza que les rodeaba. Sus fiestas religiosas eran particularmente gozosas: danzar, celebrar, coger juntos. (Arthur Evans, p.196)

 

Actualmente en el sistema industrializado en el que estamos inmersos es muy difícil hablar sobre el aborto porque cuando lo hacemos nos referimos a nuestras creencias más profundas acerca de la vida y la muerte y del momento en que consideramos se inicia la vida humana. Al habrar del aborto también decimos mucho de lo que pensamos sobre la sexualidad, la responsabilidad, la relación entre la moral y la política, la libertad personal y la autonomía de las mujeres. El aborto es un derecho que toda mujer debería poder ejercer en su vida, sin embargo el mundo sigue decidiendo sobre nosotras. Este tema se plantea casi siempre de manera simplista se dice que algunas personas están “a favor “y otras “en contra” porque las primeras opinan que su práctica no debe de ser castigada y la segundas piensan que sí debe de castigarse. Sin embargo esa distinción no es correcta, pues no corresponde lo que las personas piensan en realidad, la división “a favor vs en contra” se utiliza con el propósito de influir sobre quienes todavía no tienen una opinión formada al respecto. A pesar de las grandes diferencias de opinión que existen al respecto el tema, hay algo en lo que todas las personas coincidimos: nadie piensa que el aborto es una práctica deseable en sí misma todas las personas reconocemos con mayor o menor claridad, que es preferible no tener que recurrir al aborto, y que la decisión de abortar es difícil y generalmente dolorosa.

No es justo que un ser humano sea acunado en un cuerpo completamente hostil sin ser bienvenido y luego, en su más tierna edad, siendo quizá rechazado eso no es justo para este ser ni para la madre, y se puede evitar tal situación de antemano. El aborto seguro es un componente esencial de los servicios de salud reproductiva, que complementa otros servicios importantes tales como los servicios de anticoncepción y adopción. 

 

El acceso a los servicios de aborto seguro asegura la salud y el bienestar de las mujeres. La atención integral del aborto(AIA) centrada en la mujer es un enfoque integral para proporcionar servicios de aborto seguro. Consiste en una variedad de servicios médicos y servicios de salud afines, tales como consejería, aborto, anticoncepción y referencias a otros servicios de salud reproductiva según corresponda (Ipas, 2014b). La AIA también incluye atención postaborto (APA). La APA está diseñada para brindar la atención necesaria a las mujeres que presentan un aborto espontáneo o un aborto inducido. Incluye tratamiento para el aborto incompleto, aborto

diferido o aborto inseguro, así como otros servicios médicos(Ipas,2014c). Mundialmente, el código penal de ningún país limita la prestación de servicios de APA. Es una atención esencial de emergencia que salva la vida de las mujeres y debe ser inmediatamente accesible para todas las mujeres que la necesitan. Por todo esto es un logro que en nuestro país 4 de los 32 estados el aborto esté despenalizado, es un tema de suma relevancia para el avance de la justicia reproductiva en México.

 

#InPerfecto

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