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“Adrián Preciado, una golondrina que dedica su vuelo a la memoria, a la resiliencia y a la unidad de los pueblos”
Anyelo López / @anyelolopezart
anyelolopez@gmail.com
Paradójicamente, el país con más reserva de petróleo en el mundo es una de las naciones que enfrenta, actualmente, el índice más alto de pobreza. Venezuela ocupa el primer lugar con más de 304 mil millones de barriles de hidrocarburo bajo su superficie y pasó a ser la nación más pobre de América, según el Fondo Monetario Internacional en el informe del índice anual de miseria de Hanke. Es insólito pensar que un estado que sea rico en petróleo enfrente situaciones como las que padece.
Debido a las circunstancias que envuelven y afectan a todo el pueblo bolivariano, se calcula que existen aproximadamente 4,6 millones de refugiados y migrantes en América Latina y el Caribe, sin contar con el porcentaje que se ha desplazado a otras partes del mundo, según la Agencia de la ONU para los refugiados –ACNUR-. Colombia es uno de los destinos predilectos por estos migrantes dadas las características semejantes en cuanto a territorio y costumbres, y por ser un lugar menos costoso para emigrar. Este éxodo que tienen que vivir muchas familias, para poder cuidar de los suyos, los hace llegar al país hermano buscando alimento, trabajo y resguardo, abandonando sus raíces, recuerdos, gente y propiedades.
El artista plástico colombo-venezolano Adrián Preciado, a través de su obra, pretende generar una reflexión acerca de la situación que sufre su pueblo. Se envuelve con elementos simbólicos que revelan el desplazamiento, gracias a límites desbordados de situaciones extra políticas generadas por un gobierno lleno de excesos. Procura, por medio del dibujo bordado, el análisis de cartografías propias del territorio en que nació, en el que habita actualmente y de todos aquellos lugares a donde puede encontrarse un hermano.
La serie crónicas de migrantes forma parte de un proceso de investigación plástica de topografías de países diversos, para ser presentadas como una única nación con características geomorfológicas que pueden constituir una entidad política dentro de un Estado. Para Adrián en el mundo no deberían existir la delimitación ni las fronteras de los territorios. Un elemento común en su obra son las golondrinas, las que relaciona con sus compatriotas y con la desaparición de esos límites, cuando estos vuelan a buscar otros universos, extienden sus alas por un sueño y llevan en su pecho la esperanza de un mejor mañana.
Este dialogo conceptual que genera el artista permite acercarse a realidades inmersas. Reflexiona acerca de los procedimientos de las naciones y de sus gobernantes por medio de representaciones simbólicas bajo una técnica elaborada en hilo. Adrián realiza un bordado desarrollado en máquina de coser de manera analógica, donde primariamente boceta en lápiz utilizando los procedimientos académicos de proporción y composición, buscando así el equilibrio y el claro oscuro mediante puntadas que va integrando a variadas telas, con el fin de crear la imagen dentro de su propuesta. Esta técnica la asocia en su manera con el tatuaje, porque el artista primero hace el dibujo y luego con la aguja impregna la tinta a la piel, en este caso sería el hilo sobre la tela.
En sus creaciones podemos encontrar grandiosos retratos y autorretratos, y existe algo que llama indudablemente la atención en ellos y es la expresión que deriva cada uno. Pareciera que captara la esencia del alma, reflejando emociones y pensamientos sumergidos. Cada uno de ellos nos quiere contar su historia, nos mira fijamente, y en sus ojos nos revela sentimiento, siempre buscando una conversación profunda con el espectador.
Adrián Preciado nació en San Cristóbal Venezuela, es Artista Visual y Licenciado en Historia del Arte egresado de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Los Andes (ULA), ha sido profesor de dibujo y pintura de reconocidas academias de su país de origen. Trabajó en la Dirección General de Cultura y Extensión de la Universidad de Los Andes en el área de producción, Curaduría y Montaje de exposiciones y eventos culturales en el Centro Experimental de Arte Contemporáneo Galería La Otra Banda y en el Teatro Cesar Rengifo. Es Cocreador de la marca WAYA en conjunto con la también reconocida artista plástica Mari Menez, y miembro fundador del colectivo artístico Horizonte de Sucesos. Cuenta con diversas exposiciones individuales y colectivas en varios países y con algunos premios y reconocimientos por su producción plástica.
Para conocer más de su trabajo pueden encontrarlo en @art.preciado