Editorial

LO QUE SIGUE.

#InPerfecciones
Lo interesante es el discurso post electoral que ocupan todos los actores, incluido el Presidente, se habla de victorias contundentes, de mayoría simple, aspiracioncitas, polarización, fraude etc.

 

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C  
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

El resultado de la jornada electoral nos da un parámetro del comportamiento que guardan todos los actores que participan en ella, si bien el foco de atención se concentra en las campañas por la importancia que representan las propuestas de los candidatos, la participación del electorado tiene que evaluarse forzosamente, el ánimo que los electores vuelcan el día de la jornada electoral juega un papel que los políticos ocupan para enfatizar sus victorias, aspecto que debe analizarse meticulosamente puesto que cuando los políticos salen a declarar que han ganado una elección, ocupan frases como “todos ganamos”, “el pueblo se ha expresado”, “ganó la democracia”, etc. sin embargo, la voluntad popular parece llegar hasta ahí, después de la jornada electoral y una vez que cada participante recibe su constancia de mayoría, el juego de la política se cierra a ese pequeño coto de poder que de inmediato comienza a realizar sus cálculos políticos.

 

Los que ganan hablan de un proceso justo, limpio y democrático, los que pierden hablan de robo, fraude, irregularidades, antidemocracia, etc. pero, seguimos en la misma tónica, porque los favores políticos comienzan a pasar factura; las alianzas comienzan la repartición, las mayorías se jactan, y lastimosamente la población electora solo es el espectador de lamentables espectáculos llenos de descalificaciones y burlas, al final los políticos gustan de las revanchas, el caso mexicano es por excelencia un escenario donde los mercenarios de la política preparan y elucubran el cobro de las humillaciones del pasado o el cobro de favores para solventar sus apetitos políticos.

 

Lo interesante es el discurso post electoral que ocupan todos los actores, incluido el Presidente, se habla de victorias contundentes, de mayoría simple, aspiracioncitas, polarización, fraude etc. sin embargo, algo no termina de cuadrar, la “felicidad” de las victorias obtenidas no parecen llenarle el ojo nadie, hay incomodidad, después de todo tener que negociar la agenda política va a requerir la utilización de muchos recursos, muchas argucias, mucha saliva y sobre todo mucha hipocresía por parte de todos esos grupos de políticos que se estarán jaloneando la cobija en lo que resta de esta administración, unos para sobrevivir y otros para hacer sentir su músculo, todo eso lo veremos en breve, ya veremos si en el afán por ganar en la narrativa terminan por bloquearse todos para hacer todavía más inoperante la política legislativa o si la narrativa de “nos dejaron un cochinero” gana. 

 

Cuando el Presidente habla de los grupos de intereses creados como los enemigos de su proyecto de gobierno, se olvida que los grupos de intereses creados son todas esas agrupaciones que se conforman en torno a un objetivo de cualquier índole, se olvida que su partido –como todos los demás- son eso efectivamente, grupos de intereses creados a partir de una agenda política que busca obtener el poder económico para concretar un objetivo y el objetivo parece ser bloquear al enemigo político.

 

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