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El gallo produce un sonido llamado “canto” que suele describirse en los libros con la onomatopeya “kikiriki”, pero, si esta especie se encuentra castrada no puede desarrollarlo.
Anyelo López / @anyelolopezart
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El gallo produce un sonido llamado “canto” que suele describirse en los libros con la onomatopeya “kikiriki”, pero, si esta especie se encuentra castrada no puede desarrollarlo. También emite el famoso cacareo, “clo clo”, que realiza cuando va a fecundar una hembra o a llevar comida al nido. Esta variedad de ave es la más numerosa del mundo y se cría, en general, por su carne y huevos. Nace, normalmente, en cautiverio y se olvida de volar. La obra de la artista venezolana Mari Menez nos habla de esta especie. Pictóricamente, revela sus protuberancias carunculares (cresta en el píleo) y los lóbulos que cuelgan del pico, así como su hermoso pelaje que pareciera una textura milimétricamente compuesta de formas suaves y en ocasiones aterciopeladas.
Mari Menez, de ancestros wayúu y afrodescendientes, es licenciada en artes, con mención en investigación y museología, magíster en ciencias de la educación, mención en gerencia educativa, diversos estudios en salud mental y gran experiencia en la dirección de museos y docencia universitaria.
Su obra no es solo de temática multitudinaria, es toda una investigación con enfoque en arte y memoria, que pretende a través del ejercicio artístico, el desarrollo de procesos internos y externos ligados al Alzheimer, lo que deriva en imágenes que hacen uso del método simbólico para generar efectos en pacientes que sufren la enfermedad, y en el caso de los gallos, la artista busca llegar a la fuente de recuerdos de su padre.
Esta creadora vio en su temática un medio que le permite expresarse, remitirse a vivencias de la infancia y plasmar reflejos de una educación familiar. La figura del gallo, que desarrolla en su obra, representa de manera indudable la imagen latente del progenitor. Pareciera que en cada una de las pinceladas buscara retratarlo como un ser elegante, valeroso, fuerte, y como macho alfa de su bandada. Cada pintura es sin duda un destello de ese ser que siente tan cercano y que admira profundamente.
Es evidente que en la obra de Menez se documentan diversas razas de gallos, pero hay algo que llama la atención en toda su serie, y es la mirada de cada uno, pareciera el mismo aliento en todas las pinturas. El patriarca está allí, observa mientras conversa con el espectador. “Mi padre es ese gallo caballero que vivió a través de la tierra, estableció fronteras, perdió su libertad, se dedicó a cuidar de su gallina y sus crías, se volvió rutinario, pero en su espíritu prevalece ese guerrero, olvido como volar por el alzhéimer, pero no como pelear en catorce años con esta enfermedad”. Puntualizó.
Su trabajo es una investigación continua que cada vez sorprende. Cualquiera pensaría que la temática empleada terminara en determinado número de piezas, pero no es así, ya que Menez nutre el trabajo a través de distintos estudios y referentes de la literatura, el cine y la música; elementos que lo enriquecen y hacen que sea cada vez más impactante.
Esta autora cuenta con una gran trayectoria artística y participaciones en muestras colectivas e individuales en varios países. Actualmente, es cocreadora de la marca WAYA by Preciado-Menez que diseña y produce mantas wayúu como soporte para obras de arte.
Para conocer más de su trabajo puedes seguirla en @mari.menez y @wayabypreciadomenez