#InPerfecciones
Como la ley debe cumplimentarse, pues el acuerdo para evitar la sobrerrepresentación tiene solvencia en virtud de lo que expresa la Constitución y más específicamente su artículo 54.
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
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Parafraseando al Presidente, “suponiendo sin conceder” que el apoyo del “pueblo” se encuentra decantado por la estrella mediática del momento y su movimiento regenerador, la sensibilidad de Mario Delgado dirigente nacional de MORENA no tiene razón de ser, al contrario parece excesiva la reacción de Delgado al pedir la renuncia de los Consejeros del INE después de conocer el contenido del acuerdo para evitar la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados, argumentando que deberían mejor renunciar y afiliarse al “prian”.
Los campeones de la moralidad agrupados en MORENA descalifican dicho acuerdo que no permite la simulación y se quejan aludiendo al pasado en el que nunca se trató de evitar semejante ataque a la democracia, sin embargo, la dirigencia de MORENA se da un balazo en el pie cuando acude al pasado pidiendo que las cosas se queden tal y como estaban para conseguir la mayoría en el congreso y por ende la concentración del poder, olvidándose que dentro de la esclavitud que representa su discurso del cambio podemos acudir a la frase “ya no es como antes”, y como la ley debe cumplimentarse, pues el acuerdo para evitar la sobrerrepresentación tiene solvencia en virtud de lo que expresa la Constitución y más específicamente su artículo 54 que dice “en ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje total de la Cámara que exceda en ocho puntos su porcentaje de votación nacional emitida”.
El coraje de Delgado no solo radica en esta pésima noticia, sino que para su infortunio este tema no se manifestó antes como para que López Obrador amagara con el clásico mañanero “voy a reformar la constitución” para evitar la injusticia de que son víctimas, y tan le fueron adversos los tiempos a Delgado que por falta de anticipación, el “desayunador” oficial Ricardo Monreal, ante la falta de temas importantes que legislar, en un ataque de creatividad presentó la iniciativa para multar a quién fume dentro de los vehículos particulares –estacionados y en movimiento-, sin duda una medida de “primer mundo” y si es un “primer mundo transformador” mucho mejor.
El caso es que vendrá la impugnación ante el TEPJ del acuerdo para evitar “la concentración del poder”, que representará un ataque más al INE que ha tenido que aguantar descalificaciones y arrebatos de los “campeones de la democracia transformadora” que demuestran un nerviosismo infundado de cara a las elecciones intermedias en las que parece que dejaron de tenerle confianza a los 30 millones de ingenuos votantes que les otorgaron el favor electoral para representar, adular, y cumplirle sus caprichos al Presidente, porque está muy claro que a los ciudadanos nadie los representa.