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MIRARSE AL ESPEJO.

#InPerfecciones
Desdeñar a un esquizofrénico con poder resulta peligroso no por el tamaño de la rabieta, sino por el resultado social adverso que representaría elevar el tono de la confrontación.

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

¿Quién iba a imaginarlo?, el paradigma de la democracia mundial mostrando su cara más vulnerable bajo el discurso neurasténico del todavía Presidente norteamericano Donald Trump, la efímera paz gringa tuvo una crisis nerviosa el día de ayer cuando simpatizantes de Trump irrumpen violentamente al Capitolio para sabotear la certificación del triunfo del demócrata Joe Biden, ¿el resultado?, cuatro personas muertas, varias renuncias y al final una certificación de madrugada que dejarán para la reflexión varios temas que no son para nada menores.

 

No reconocer el resultado electoral, las arengas violentas y el mensaje populista de Trump deja como legado una sociedad confrontada en medio de una severa crisis sanitaria de la que nadie se acordó durante los disturbios en el Capitolio, y la polémica abundó todavía más cuando las cuentas de Twitter y Facebook de Trump fueron cerradas como consecuencia de la incitación a la violencia, sin embargo, mientras en Estados Unidos tratan de sobreponerse al desvanecimiento de la democracia, de este lado –en México- en un ejercicio de autocrítica o como versa el dicho “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, tenemos que mirarnos en el espejo de la narrativa populista que tiene confrontada a la sociedad y que viene ni más ni menos que desde la palestra presidencial.

 

No podemos cerrar los ojos ante un hecho que si bien no acontece en México, los ingredientes para ver una situación de ese calado vaya que si los tenemos, por ejemplo, un Presidente que pugna por el ultranacionalismo, se confronta con los medios críticos y divide a la población abonando al conflicto bajo el falaz discurso que habla de reconciliación, sin embargo, el gusto por tirar la piedra y esconder la mano para después disfrutar del conflicto provocado acusando que todo se politiza en su contra, resulta una estrategia muy eficaz para mantener ocupada a la opinión mientras todo el andamiaje para la concentración del poder político y económico se estructura de cara a las elecciones intermedias en las que si el cálculo político le falla podría denunciar el fraude y sentarse a disfrutar del show mediático y la confrontación social que le representaría dividendos importantes.

 

Desdeñar a un esquizofrénico con poder resulta peligroso no por el tamaño de la rabieta, sino por el resultado social adverso que representaría elevar el tono de la confrontación como se está haciendo con toda la propaganda política que nos tenemos que “chutar” en todos los medios de comunicación que no está dirigido la reflexión del voto sino a la reticencia que se profesan las corrientes políticas “hermanitas” –derecha e izquierda-, donde la calidad del discurso ha caído en un nefasto catálogo de acusaciones del que solamente surgirán dos grandes perdedores, la población civil y la democracia.

 

#InPerfecto 

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