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CUENTO AMOR ETERNO

#Cultura
¿LES PUEDO CONTAR UN CUENTO?
SE LLAMA “ETERNO AMOR”… ESPERO QUE LES GUSTE!!!

 

 

Raúl González
raul.glz@inperfecto.com.mx

 

CUALLI TLANEZI (BUEN AMANECER)

 

¿LES PUEDO CONTAR UN CUENTO?

SE LLAMA “ETERNO AMOR”… ESPERO QUE LES GUSTE!!!

 

Se los comparto en dos partes…

 

Esta es la historia de dos blancas palomas que le arrancaron al destino su propio designio, cambiándolo completamente, gracias al gran amor que se profesaban…

 

Los dos grandes personajes nacieron en un hermoso palomar, su forma de éste era como de un castillo en miniatura, sacado de algún cuento de hadas. La persona que lo construyó fue Don Cebas, un viejecito con el alma de niño; para él sus palomas eran lo más importante de su vida, el palomar siempre se encontraba impecablemente limpio, el agua en sus pequeñas tinas y la comida en pequeños platos de barro.

 

Había un palomo y una paloma a quienes amaba de verdad, al palomo lo llamaba cariñosamente “Copo de Nieve” por la blancura de su plumaje, a la paloma la llamaba “Reyna” por la mancha que tenía en la frente en forma de corona. Antes de comenzar a darles de comer a todas las palomas, siempre esperaba a que llegaran primero los dos grandes enamorados: Copo de Nieve y Reyna.

 

Todo era felicidad y dicha para Don Cebas y sus queridas palomas, hasta que un día el anciano no volvió a presentarse más en el palomar, las palomas desconcertadas comenzaron a cuestionarse entre ellas, la pregunta principal era ¿dónde estaba el anciano?

Pasaron varios días y las palomas al no tener comida ni agua, comenzaron a emigrar poco a poco a otros lados; Copo de nieve, como era el líder, pidió un poco de calma a las que quedaban, mientras él investigaba qué había ocurrido con Don Cebas, se despidió de Reina y remontó el vuelo en busca del anciano, pero Copo de Nieve no se imaginaba que ese mismo día, para ser mas exactos en la noche, iba a cambiar radicalmente su vida, varias personas entre ellas familiares del anciano, se dirigieron al palomar y comenzaron a agarrar  a las indefensas palomas para después meterlas en jaulas grandes, algunas tuvieron la suerte de escapar.

 

Entre las prisioneras se encontraba Reyna, quien sin perder el control les decía a sus compañeras que no se preocuparan, ya que Copo de Nieve las iba a liberar; sin embargo, su traslado fue demasiado rápido y al cabo de unos cuantos minutos las jaulas iban adentro de un camión con rumbo desconocido. Fue cuando Reyna perdió las esperanzas de volver a su amado, claro no demostró ninguna tristeza frente a sus compañeras, realmente no sabía que les iba a deparar el destino.

 

Copo de Nieve regresó a la mañana siguiente al palomar, iba feliz porque había por fin encontrado a su querido protector, pensó en la alegría que iba a sentir todas las palomas al oír la noticia; más su felicidad se desvaneció por completo, su sorpresa fue mayúscula al percatarse que el palomar casi estaba vacío y destruido, en si quedaban unas cuantas palomas, las que quedaban estaban maltratadas o heridas, desconcertado, no supo que hacer en esos momentos, al reaccionar por fin se acercó a las palomas, éstas con tristeza le narraron lo que había sucedido; Copo de Nieve al oír lo que había acontecido, sintió un inmenso dolor en su corazón, sin pensarlo voló rumbo al campanario de la iglesia, se sentía completamente solo, pero más que nada dolido por no haber estado en esos precisos momentos en que sucedieron las cosas, quizás hubiera podido hacer algo por sus amigos, y principalmente por Reyna, su amada, su corazón latía aceleradamente, en su mente la imagen de su amada lo martirizaba terriblemente, una voz en su interior le decía… ¡Búscala! Él en su desesperación gritaba su nombre, -Reyna ¿dónde estás?-, ¿por donde empiezo a buscarte? De pronto, emprendió el vuelo hacia el norte, viajó parte de la mañana y toda la tarde, al caer las primeras sombras de la noche llegó a un poblado, completamente extenuado, por el esfuerzo del viaje, se dirigió al campanario más cercano de la iglesia, ahí encontró a varias palomas  del lugar, quienes al contarles el dolor que le estaba embargando, le brindaron su amistad y su apoyo, lo llevaron donde había agua y comida, después de que bebió y comió, se apartó del grupo para dormir un poco, mas en el transcurso de la noche nunca pudo cerrar sus ojos, pues las imágenes de sus amigo y de Reyna le gritaban con desesperación que les ayudara, antes que despuntaran las primeras luces del amanecer emprendió su vuelo en pos de su amada… y sus amigos.

 

Todo el día estuvo viajando, algo muy dentro le decía que siempre viajara hacia el norte, y así lo hizo.

 

Entrada la tarde, escuchó unos chillidos agudos arriba de el, de pronto sintió un fuerte golpe, unas garras aprisionaban despiadadamente su frágil cuerpo, pensó que estaba en peligro de muerte y comenzó aletear fuertemente, hasta que por fin pudo soltarse; pero al tratar de huir de su atacante, se dio cuenta de que sus alas apenas respondían, trató desesperadamente de alejarse del lugar, sin embargo, las fuerzas lo abandonaron, al no encontrar ninguna otra  solución, se dejó caer al vacío, esperando su muerte inminente, cuando iba cayendo, la imagen de Reyna invadió su pensamiento, fue cuando escuchó su voz, que le decía –“No te dejes vencer, sigue adelante por nuestro amor”-, la suerte quiso que cayera en unos matorrales, atontado por el golpe. Apenas alcanzó a percibir como se abalanzaba sobre él nuevamente su atacante, Copo de Nieve, como pudo, buscó refugio en lo más profundo de la maleza, el halcón descendió y trató por todos los medios de sacar al palomo de su escondite, sin ningún resultado, esperó en vano largo tiempo, por fin se desesperó y partió hacia las alturas, perdiéndose en el horizonte.

La tranquilidad comenzó a penetrar poco a poco en el ser de Copo de Nieve, fue entonces cuando se percató que varias partes de su cuerpo estaban teñidas de rojo, éstas eran sus heridas que sangraban, el dolor era insoportable, mas en su mente no podía dar cabida ni a las heridas ni al dolor, su mente estaba ocupada por la imagen de Reyna, llegó la noche, un sopor lo comenzó a invadir hasta quedar completamente dormido. Al despuntar el alba, la luz empezó a invadir el pequeño refugio donde él se encontraba, entonces fue cuando abrió sus ojos, quiso moverse, pero no pudo, el dolor en su cuerpo era muy intenso; pero mas intenso era el amor que le profesaba a Reyna, como pudo emprendió su camino, más después de unas horas de vuelo, vio en la lejanía un pequeño río, descendió para refrescarse y beber un poco de agua, después de descansar cerca de una hora, emprendió el vuelo nuevamente, caía la tarde, cuando llegó a otro poblado, al ver la cúpula de la iglesia fue a posarse sobre ella. 

 

LOS ESPERO EL MARTES PRÓXIMO PARA QUE LEAN EL DESENLACE DE “ETERNO AMOR”…     – BENDICIONES –

 TLAHUILCUAUHTLI

 

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