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Un héroe es alguien que entiende la responsabilidad que viene con su libertad Bob Dylan

#InPerfecciones
Un héroe es alguien que entiende la responsabilidad que viene con su libertad
Bob Dylan  

 

Daniel Blanquel / @DHBlanquel
editorial@inperfecto.com.mx

 

Ya han transcurrido ocho meses desde que se decretó un confinamiento en la mayor parte del territorio nacional a causa de los primeros casos positivos de detección de la nueva cepa de coronavirus, que después sería catalogada, científicamente como SARS-COV-II y que a la fecha hemos superado el escenario catastrófico que planteó el Subsecretario de Salud, el Doctor Hugo López-Gatell Ramírez quien en aquellos días de marzo se ganó los aplausos de muchos de los ciudadanos, pues era la primera imagen de respuesta a esta pandemia que tanto daño ha ocasionado al mundo, y que nos decía que lo peor que le podría pasar a nuestra nación era llegar a los 60 mil contagiados, y eso, como él lo dijo sería el escenario catastrófico, pero que el gobierno federal estaba trabajando para contener el número de contagiados en nuestro país. 

 

Los días transcurrieron y ese tan repetido escenario de los sesenta mil contagiados lo hemos superado.

 

El gobierno de la republica comenzó con el confinamiento social, cerrando plazas y negocios comerciales, empresas, oficinas públicas y privadas, museos, parques recreativos y eventos masivos como conciertos, funciones teatrales, así como el comercio informal del cual dependen un gran porcentaje de familias mexicanas y hasta posponiendo las elecciones en los estados de Coahuila e Hidalgo, a todos nos mandó a nuestras casas y no salir más que a lo estrictamente indispensable, como ir por alimentos, medicamentos y solo acudir a los trabajos si estos eran operativos y esenciales para el desarrollo del país.

 

La Secretaría de Trabajo y Previsión Social en voz de su titular Luisa María Alcalde Luján se emitieron distintos acuerdos y comunicados dando cierta certidumbre y protección a los trabajadores, como era de esperarse una gran cantidad de estos se vieron afectados en sus remuneraciones económicas, los más afortunados, pues desgraciadamente hubo una cantidad de despidos inimaginables y esto era de esperarse pues la economía se estancó, las empresas dejaron de percibir la entradas económicas por sus bienes o servicios lo cual genera un círculo vicioso por llamarlo de un modo, ya que quienes dejan de recibir su salario dejan de comprar algunas cosas lo cual genera que las empresas o comercios se vean afectados por las bajas ventas y estos desafortunadamente se ven en la necesidad de prescindir de los servicios de algunos de sus colaboradores, lo que hace que volvamos a empezar con esta explicación. 

 

Por su parte el gobierno no diseño ningún plan de apoyo a la ciudadanía en el pago de servicios como lo presentaron otras naciones donde se suspendieron o por lo menos se redujeron los pagos de los servicios de agua, gas o energía eléctrica, muy por el contrario, en mi bello México al estar todos en casa todo el día consumíamos más de todo, lo que ocasionó un incremento en las facturas y que como ya lo habíamos mencionado algunos salarios se redujeron hasta en un 60%, entonces dígame usted, como fregados pagaríamos cosas tan elementales como alimentos y por qué no decirlo, el internet que hoy en día se ha vuelto un verdadero aliado para nuestras actividades. 

 

En Palacio Nacional se establecieron una serie de medidas para el control de esta crisis sanitaria mundial, todos los días en punto de las 19 horas el héroe sin capa de la vida moderna, el doctor Gatell salía para dar a conocer las cifras de contagios que día con día aumentaban y -siguen con incrementos-, nos hablaban con términos como aplanar la curva, por aquellos días de mayo, se habló de la contratación inmediata de profesionales de la salud para poder dar atención a los contagiados y a estos se les daba alojamiento gratuito en ciertos hoteles o moteles de la Ciudad de México para que no pusieran en riesgo a sus familiares, los principales hospitales se convertirían en uso exclusivo de atención al COVID, el centro Banamex se convirtió en un gran hospital dotado de camas y respiradores listos para atender a los pacientes que lo necesitaran.

 

Todos pensamos que medianamente estaríamos preparados para la atención médica oportuna de esta enfermedad de la cual desconocíamos prácticamente todo, esto en base a que en 2009 la nación se vio inmersa en una crisis sanitaria derivada de la influenza AH1N1 que también genero un número de contagios extenso, el cierre de escuelas como esta vez, la suspensión de algunas actividades y muchas otras cosas, los servicios médicos públicos se otorgaron de forma universal, esto quiere decir que no importaba si eran o no derechohabientes, en aquella ocasión el gobierno supo responder de mejor manera, y usted me podrá decir que nos es comparable una y otra enfermedad y tal vez le puedo dar la razón, pero existía un antecedente que si lo hubiésemos tomado en cuenta no estaríamos rozando los cien mil contagios en territorio nacional. 

 

La realidad fue otra, el personal médico, ese que estaba en la primer línea de batalla contra una pandemia no contaba con los mas mínimos elementos de seguridad, este personal se vio en la necesidad de comprar sus propios equipos de protección como trajes, guantes, caretas y todo lo necesario para proteger sus vidas y las de los suyos, en los hospitales preparados para dar atención no recibían a los pacientes con síntomas de los que conocemos como CORONAVIRUS, los hacían mantener un viacrucis de clínica en clínica porque tenían temor sus directivos y administrativos de recibir pacientes contagiados, y tal vez su temor es válido, todos queremos proteger a nuestros familiares, pero el día que elegimos una profesión tal vez no nos imaginamos que pasaríamos por cosas como estas, pero si sabíamos que debemos ser fieles a nuestros principios profesionales, empero, aquí se demuestra que en los servicios médicos públicos hay una cantidad de miembros sin vocación de servicio, que llegaron allí por así convenir a sus intereses. 

 

Mientras tanto en las conferencias de prensa que el señor Presidente López Obrador todas las mañanas, un día nos sorprendió sacando de su cartera lo que en redes se conoció como un  “detente” pues era una imagen religiosa a la cual atribuía la atención, solución y terminación de una pandemia, la verdad ya no sabemos si reírnos, enojarnos o llorar, es inaceptable que el Presidente de este gran país salga con este tipo de argumentos en temas de tanta relevancia, y lo digo con todo el respeto, quienes me conocen saben que soy una persona sumamente creyente y devoto, creo mucho en que nada se mueve sin la voluntad de Dios y que mi familia está viva y sana gracias al favor de Dios y por esto mismo respeto la creencia del Presidente, aplaudo que sea un hombre de fe y que no se limite en expresarlo, pero deja mucho que desear en argumentar estas respuestas. 

Efectivamente el gobierno hasta el momento no ha sabido responder a las necesidades de esta pandemia, pero desafortunadamente hoy más que nunca compruebo que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, aunque aquí están pagando justos por pecadores, digo esto en base a que una gran cantidad de mexicanos sigue pensando que esto no existe y salen a la calle sin los más mínimos cuidados, se niegan a usar cubre bocas, a mantener la sana distancia, misma que más allá de los contagios debería existir por simple educación, salen familias completas a realizar sus compras y se molestan si les prohíben el acceso con menores de edad o exigiendo el cumplimiento de las medidas dictadas para contener la propagación del virus. 

 

Si estimado lector, la responsabilidad no es solo del gobierno, ya nos dimos cuenta que este gobierno no atiende ni siquiera las necesidades básicas del estado que los vio nacer, pues el bello estado sureño de Tabasco lleva semanas bajo el agua y solo acuden a ver la desgracia de los compatriotas desde un helicóptero, pero si ya sabemos que no harán nada por nosotros porque no nos cuidamos nosotros mismos, no es difícil ni complicado el uso de un cubre bocas, es más complicado estar intubado para poder respirar y todos a estas alturas tenemos alguien que no logro vencer esta batalla y se convirtió en un número más de ese escenario catastrófico que ya superamos. 

 

Por favor no bajemos la guardia, por el bienestar de todos te cuidas tú, me cuido yo y nos cuidamos todos!

 

Pero bueno, la mejor opinión la tiene usted.

#InPerfecto  

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