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“El equipo de América” recibió este domingo 8 de noviembre al único equipo invicto de la NFL en esta temporada, los Steelers.
Sebastián Rodríguez Castillo / @sebasrc02
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La rivalidad entre Pittsburgh y Dallas sobrepasa las emociones en la cancha. “El equipo de América” recibió este domingo 8 de noviembre al único equipo invicto de la NFL en esta temporada, los Steelers.
Los años bisiestos nos presentan la oportunidad de ver un capítulo más de esta rivalidad histórica. Cabe recalcar que Pittsburgh viaja a Dallas cada 8 años, y viceversa. En esta ocasión, el AT&T Stadium fue protagonista del partido número 33 entre ambos equipos.
Pittsburgh llegaba al partido con un récord perfecto de 7 partidos ganados y 0 perdidos. Además, eran el claro favorito. Por la otra parte, Dallas se presentaba como la víctima, ya que su récord era de 2 partidos ganados y 6 perdidos. Cabe mencionar que el equipo local salió con su 4to QB, con Garrett Gilbert. En el papel parecía un partido de trámite para la franquicia de Pensilvania.
El equipo local pegó primero y se adelantó 3-0. Posteriormente, Dallas ya lo ganaba 13-0 en la recta final de la 1ra mitad.
El miedo aterrorizó a la Steeler Nation cuando el Big Ben fue derrumbado. El histórico QB de los Acereros se veía lastimado. En esa misma serie, Pittsburgh consiguió un TD en una conexión de Roethlisberger con James Washington, sin embargo, fallaron el punto extra. Pittsburgh se acercaba en el marcador.
Después de la serie anotadora de Pittsburgh, Ben Roethlisberger salió del campo y se dirigió a los vestidores para evaluar una posible lesión. Lo que no esperaba Mike Tomlin, HC de los Steelers, era que su defensa le brindaría la oportunidad de empatar el marcador tras el balón suelto provocado por Cam Sutton y recuperado por Minkah Fitzpatrick. Los Steelers tenían una gran oportunidad considerando el mal juego que estaban presentando. Mason Rudolph tomó el puesto de QB y Chris Boswell terminó por conectar el gol de campo más largo de la franquicia y de su carrera, 59 yardas fue la distancia recorrida por el ovoide.
Dallas tenía una ventaja parcial de 13-9 al medio tiempo. El equipo dirigido por Mike McCarthy estaba sorprendiendo a la liga entera con este marcador.
Una vez más, los Vaqueros aumentaban seis puntos más a la pizarra con dos FG de Greg Zuerlein. Los Cowboys tenían la ventaja al inicio del 4to cuarto y su ofensiva maltrataba constantemente a una de las mejores defensivas de la liga, como lo es la de los Acereros. Garrett Gilbert cumplía con el plan de juego y Zeke Elliot era su complemento perfecto.
El último cuarto comenzó con un pase de anotación del Big Ben a Juju Smith-Schuster. Sin embargo, una vez más, el punto extra era malo. En esta ocasión, fue bloqueado.
Los equipos especiales de Dallas brillaron todo el partido. Desde bloquear puntos extra hasta hacer regresos de patada espectaculares. Los especialistas de los Cowboys fueron una de las razones principales por las cuales los Vaqueros estaban arriba en el marcador.
Tras un regreso de kickoff emocionante, Dallas se encontraba cerca de anotar. Anque, Minkah Fitzpatrick volvió a aparecer e interceptó el balón en el endzone. Otra vez, el safety proveniente de los Dolphins salvaba al equipo líder del norte de la americana. En la serie ofensiva siguiente, Pittsburgh sacó 3 puntos y recortó la ventaja a una sola unidad. Todavía, Dallas tenía la ventaja 19-18.
Los Vaqueros no pudieron consumir el reloj y se vieron obligados a despejar el balón.
El Big Ben comandó una ofensiva más, sin embargo, no subieron puntos al marcador. Dallas obtuvo una oportunidad más de ganar este partido a manos de su defensa, quienes detuvieron a Conner en una crucial 4ta oportunidad.
Los Cowboys paulatinamente se adentraron peligrosamente en el campo de Pittsburgh. En la última jugada del partido, Gilbert buscó la zona de anotación y lo único que encontró fue la defección de pase del héroe a la defensiva del partido, de Minkah Fitzpatrick.
Una vez más, Minkah fue protagonista en la última jugada del partido. Misma situación, mismo resultado. Pittsburgh se llevaba la victoria.
Los Steelers mejoraron su récord a 8 partidos ganados y 0 perdidos. Con esta victoria, conservan el 1er lugar de toda la conferencia americana. Además, es la primera vez en la historia de la franquicia que el equipo arranca con ocho victorias consecutivas sin conocer la derrota en el camino. Por su parte, los Cowboys marchan terceros en la división más floja de la liga, el este de la nacional. Sin embargo, el equipo de Dallas se encuentra a dos victorias de recibir en casa a un comodín de su conferencia en los playoffs.
En mi opinión, los Steelers no merecen ser llamados el mejor equipo de la liga. Una escuadra que se complica las victorias contra equipos de menos de .500 de efectividad no debe estar en la cima de la liga. Sin embargo, los resultados están ahí y, sin duda, los veremos en la postemporada peleando por el 7mo Vince Lombardi de la franquicia. Hasta el momento, la defensa es el lado fuerte del equipo. TJ Watt y Minkah Fitzpatrick merecen mención honorífica dentro de ella.
Los Cowboys de Dallas sorprendieron en este juego. En la presente temporada no habían mostrado tal nivel en ambos lados del balón. Al parecer, ya encontraron al que será su QB titular en las siguientes semanas. Garrett Gilbert, en términos generales, tuvo un juego bueno. Tomó buenas decisiones y se mostró sólido. A pesar de esto, pecó de inocente en algunas ocasiones y su equipo lo terminó pagando. La escuadra de Dallas estuvo cerca de arrebatarle el récord perfecto a la escuadra rival. Lamentablemente para Jerry Jones y compañía, decisiones arbitrales controversiales terminaron por favorecer en etapas cruciales del partido al equipo dirigido por Mike Tomlin, el HC de raza negra con más victorias en la historia de la NFL.
Fuente: cuenta de Twitter @steelers