Ícono del sitio

Cuando cae un tirano.

#InPerfecciones
Hay una vieja frase que se le atribuye a Maquiavelo: “Divide y vencerás” lo que no comentó es que después de conseguir la victoria con esa fórmula solo queda una estrepitosa caída.

 

 

Cruz Hernández Sánchez / @IamMillennial_
cruzhendez@gmail.com

 

Hay una vieja frase que se le atribuye a Maquiavelo: “Divide y vencerás” lo que no comentó es que después de conseguir la victoria con esa fórmula solo queda una estrepitosa caída.

 

Un punto importante que debe aprender el pueblo mexicano de las últimas elecciones de Estados Unidos es que una sociedad dividida tiene un punto en común: El hartazgo hacia quien se encargó de polarizar sus ideas, se puede tener un conflicto de ideologías dentro de un país entero, puede haber quienes piensen distinto y aun así continuar con la fraternidad de una nación que tiene ideales distintos pero busca el bien común, no hay país en el mundo en el cual se tenga una sola corriente ideológica en temas de política, existen matices y posturas varias que enriquecen la participación de la ciudadanía, a esto se la conoce como “pluralidad” y es necesaria para abarcar la mayoría de los ideales políticos de un país generando opciones, el conflicto se da cuando se eliminan esos matices y únicamente se edifican dos bandos, a favor de de la figura presidencial o encontra, no de una corriente política o un partido, DE UNA PERSONA, cuando se genera un discurso centralista en el cual no se puede discernir de las ideas del presidente se puede afirmar que ha fracasado la democracia. 

 

Es bastante peligroso cuando el mandatario de un país polariza la sociedad, se generan conflictos internos y se pierden los objetivos por los cuales fue electo, bienestar y desarrollo son temas que pasan a segundo plano por estar propiciando una lucha de facciones, se elimina la idea de una oposición saludable tachando a todo aquel que vaya en contra de sus ideales como un golpista que no deja que los supuestos beneficios de su mandato lleguen. El pueblo no es ciego, puede ver el nulo desarrollo por cuenta propia, pero si el representante de un país tiene un discurso que afirma lo contrario y lo repite diariamente con la idea de que se cumpla sin realizar ninguna acción, se genera un hartazgo que permea en cada uno de los estratos sociales y que detonara para dejar en claro que el bienestar de un país es más importante que una lucha propiciadas por intereses de un representante demagogo y populista.

 

Un discurso polarizante es el caldo de cultivo idóneo para un cambio de paradigma presidencial, la resistencia de la sociedad se pone a prueba cuando este factor se intentan minimizar y vender como consecuencias de administraciones pasadas o un tópico externo que no afectan el dia a dia de los ciudadanos, aun cuando las evidencias señalan lo contrario, el camino de Donald Trump es el mismo que López Obrador está siguiendo y de no cambiar la estrategia el resultado será el mismo.

 

#InPerfecto

Salir de la versión móvil