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A InPerfecto la muerte llegó, hasta calabaza con gusto llevó,
el Dr. a recibirla salió,
y le dijo: señora, perdón su calabaza aquí no nos gustó.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
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Calaverita al Dr. Jaime del Río, de Fernanda Weffru:
Estaba la huesuda aburrida dentro del panteón
cuando a una bruja vio pasar y le pidió un aventón
“Aquí en el puerto hace mucho calor,
el frío de CDMX me vendrá mejor”.
Sin embargo, los cambios de clima a la calaca afectaron
por lo que sus alergias empeoraron,
viajando en metro del Dr. Jaime del Río escuchó
y después de un ataque de estornudos lo visitó.
El doctor del Río había terminado su última consulta,
cuando dejaron entrar a su próxima cita,
extrañado recibió el expediente
y leyó María Guadaña en “Nombre del paciente”.
A la calaca en ese momento le dio por estornudar
Y el velo que llevaba se le terminó por alzar,
el doctor del Río la cara huesuda reconoció
y las intenciones de la muerte creyó que descubrió.
“De aquí a nadie se va a llevar
porque yo a todos siempre voy a curar”,
pensó el doctor y su jeringa más grande preparó.
Cuando la inyectó, la muerte tremendo dolor no se esperó.
“Si usted quiere sanar más le vale aguantarse”
le dijo muy seguro mientras otros 30 piquetes le daba.
Pero la muerte se puso de pie y le dijo antes de irse:
“De haber sabido cómo duele, en el puerto me quedaba”.
Cuando la calaca del consultorio salió
esa noche sólo dolor se llevó.
El doctor, aunque aliviado, asustado se quedó,
y para el susto un bolillo se pidió.