Ícono del sitio

Los monstruos de la literatura de terror (II)

#Cultura
“Los protagonistas de los relatos de terror vienen en diferentes formas, tamaños y colores”

 

 

Fernanda S. Weffru / @alomosdedragon
fernanda.s.weffru@inperfecto.com.mx

 

SBOOKY OCTOBER #3

 

Hoy hablaremos de otros monstruos comunes en la literatura de terror; recordemos que esta es una segunda entrega, si quieres enterarte de los primeros monstruos descritos en este recuento no olvides visitar “Los monstruos de la literatura de terror (I)”.   

Para Borges, los espejos eran abominables porque multiplicaban al hombre. Y aunque estos objetos no tienen como propósito aterrorizar a las personas, sí que son símbolos del alma, la sombra y el espíritu. Sin embargo, no son la única vía para “crear” o “mostrar” a ese doble. Este escritor, por ejemplo, maneja el encuentro entre el Borges adolescente y el maduro en su cuento “El otro”, fenómeno que fácilmente podemos relacionar con los doppelgängers. Por lo general, el otro posee características negativas como sucede con Henry Jekyll y su Mr. Hyde en la novela El extraño caso del Doctor Henry Jekyll y el señor Hyde de Robert Louis Stevenson. Aquí se habla de una dualidad en donde la otra personalidad comete crímenes que el Dr. Jekyll no haría. Otro ejemplo literario que ha impactado tanto a niños como adultos es Beldam (la otra madre) en Coraline de Neil Gaiman. No es un personaje que aterra al principio de la lectura, sino conforme ésta avanza, cuando nos damos cuenta de las intenciones y lo que esta mujer representa, Coraline es testigo de que, aunque Beldam es físicamente igual a su madre no posee —aunque en un principio parezca que síla misma ideología, recuerdos y pensamientos que la verdadera. No nos confundamos, pues bien se puede pensar en Beldam como una bruja y es que demuestra ser poseedora de una magia muy poderosa como para crear todo ese otro mundo. De las brujas hablaremos con precisión la siguiente semana.

 

No debemos olvidar que las criaturas mágicas también son parte fundamental en los relatos de terror y horror. Ejemplos de éstas hay muchísimos, pero una de las más queridas, temidas y conocidas es sin duda es Cthulhu creado por H. P. Lovecraft; se trata de una criatura con el tamaño como el de una montaña, una cabeza de pulpo o calamar cubierta de tentáculos y un robusto cuerpo de dragón (con alas incluidas) forrado de una masa viscosa no propia de la tierra y que lo hace indestructible. Este monstruo no es el más poderoso dentro de la mitología lovecraftiana pero sí el más popular; existe en varios de sus relatos pero se nos describe profundamente en La llamada de Cthulhu donde se nos explica que aparece cuando ocurre un evento que rompe con nuestro espacio-tiempo. Su carácter alienígena lo dota de cierta inmortalidad, pues se estima que si alguna vez es destruido (lo cual es muy poco probable, pero se vale soñar) se reconstruirá al cabo de unas horas. Es la fuente de ansiedad de los hombres y su poder es tal que puede contactarlos a través de los sueños para afectarlos a nivel subconsciente y convencerlos de ser devotos o suicidarse si no.

Otra criatura mágica popular en los relatos de terror son los enemigos jurados de los vampiros, los híbridos por excelencia: los hombres lobo. Existen muchísimas obras que hablan de estos hombres afectados por la licantropía que, al llegar la luna llena, metamorfosean a un monstruo con rasgos tanto de hombre como de lobo, con sed de sangre y faltos de razón cuya única debilidad son las balas de plata. Con el hombre lobo sucede lo mismo que con el vampiro: ha sufrido muchísimas variaciones en sus características a través del tiempo. Entre las obras más conocidas que tienen como protagonistas a esta criatura están el cuento de “El lobo” de Guy de Maupassant, El ciclo del hombre lobo por Stephen King, el cuento “La marca de la bestia” de Rudyart Kipling. Por otro lado, también se tienen obras donde la protagonista es una mujer loba como La Loba de Clemence Houseman en donde esta mujer, con su exquisita belleza, atrae a dos hermanos para volverlos su cena; otra variación –ya en el Siglo XX– la encontramos en La novia del Lobo de Aino Kallas donde la licantropía es dada por una maldición, nada más y nada menos que por Satán. Actualmente el hombre lobo ha evolucionado de tal manera que en la literatura juvenil e infantil ya no se representa como este híbrido de lobo que camina en dos patas cual hombre, sino en un lobo gigante que posee total dominio de su razón y vive en manadas para protegerse entre ellos pues deberán mantenerse escondidos de los humanos o bien, aprender a vivir entre ellos (aunque algunas historias han conservado la enemistad con los vampiros). Por supuesto hablo de los licántropos de Crepúsculo de Stephanie Meyer y de Temblor de Maggie Stiefvater en donde no son protagonistas de novelas de terror, pero sí cumplen con características propias de la licantropía.

La próxima semana será la última entrega de este recuento, donde hablaremos de las figuras más comunes dentro en el mundo de lo paranormal: las brujas, los fantasmas y los demonios. Además, mencionaremos seres que no son nada y a la vez todo y algunos objetos que son, de igual forma, aterradores (ya sea porque están malditos o fueron creados con el propósito de hacer el mal).

Las recomendaciones de esta semana son:

 

1. Lobos de Xavier M. Sotelo.

 

La Luna llena no es sólo para los enamorados Diego está listo para dar el siguiente paso en su relación con Paola: le propondrá matrimonio, mientras acampan en un hermoso bosque en compañía de sus mejores amigos. Lo que inicia como la velada perfecta, pronto se convertirá en una pesadilla. Sin saberlo, los jóvenes se han internado en un pueblo en el que la mayoría de sus habitantes no son lo que aparentan, y a la luz de la luna llena sacarán a flote su personalidad: son unos temibles hombres lobo. Sólo los más fuertes sobrevivirán a esta noche de terror, en la que el ataque más mortífero vendrá de donde menos lo esperan.

 

2.  La puerta de lo irreal de Gerald Bliss

La novela se ubica en una zona que no es desconocida para el amante de la literatura gótica: la carretera que une Londres con Brighton, tramo que fue magníficamente retratado por Richard Middleton en En el camino de Brighton (On the Brighton road), de 1911. En esta zona agreste se producen una serie de misteriosas desapariciones que pronto dejan de ser un asunto terrenal. Todo parece indicar que un hombre lobo acecha en la región, cuya identidad tiene un vínculo ancestral con aquel territorio ocupado por viejas fantasmagorías que resisten el paso del tiempo.

 

3. “Encuentro” cuento de Octavio Paz.

 

#InPerfecto

Salir de la versión móvil