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La Penitenciaría de Lecumberri ¿Como era? 

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La penitenciaría de lecumberri es reconocida por haber sido una cárcel en donde los reclusos se volvían locos debido a las torturas psicológicas como el hacinamiento que se vivía. 

 

Marto GoAg / @MartoGoAg
martogoageek@inperfecto.com.mx

 

El 29 de septiembre de 1900 se inauguró la penitenciaría de Lecumberri, la cual pretende mejorar el sistema penitenciario de México, el cual era sumamente precario para la época, sin embargo, la penitenciaría no lograra este objetivo. 

 

Antonio Torres Torija fue quien se encargó del proyecto arquitectónico, utilizando la ideología de los panópticos, es decir, una construcción en la cual todo el edificio podía ser observado desde un punto central, y a su vez cada celda puede verse desde ese punto central. En la torre central se encontraba donde está la cúpula central actualmente, en donde podían ver a todos los presos y sus celdas incluidas. 

 

Este fue el resultado de un estudio que llevó a cabo el ing. Torres después de estudiar penitenciarias del siglo XIX, dentro de las cuales se destaca la penitenciaría de Filadelfia en Estados Unidos y la de Santé de París, y debido a su forma de construcción, la privacidad era tan solo un recuerdo de los presos. 

 

La penitenciaría estaba construida de tal manera que no existiese ninguna especie de privacidad y que los presos supieran que eran observados todo el tiempo, en donde se llevaban a cabo torturas a los presos, provocando un gran miedo a todos los presos de la penitenciaría, tanto físico como mental. 

 

En esta penitenciaria se construyeron 886 celdas, obviamente todas vigiladas desde la torre central, en donde se albergaron tanto hombres como mujeres, e incluso adolescentes y niños, y esto fue cuando se inauguró la cárcel de mujeres en cuanto la cárcel se volvió de puros varones, aunque desafortunadamente aunque la cárcel tenía una gran cantidad de celdas, con el tiempo se llegó a sobrepoblar la cárcel a tal grado que llegaron a haber incluso 20 presos por celda. 

 

Sin embargo, esta cárcel lejos de mejorar el sistema penitenciario de México, está penitenciaria sirvió para encarcelar a los opositores del régimen priista, tanto políticos como intelectuales los cuales con sus ideales atentaban en contra del gobierno en turno. 

 

Fue hasta el sexenio de José López Portillo el 1 de agosto de 1976 que se abrieron nuevos reclusorios, permitiendo desocupar Lecumberri y después de casi 80 años de servicio quedó completamente desalojado y utilizado para otros fines. 

 

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