#Sexualidad
Esta es tu vida… y una realidad que estamos viviendo, una pandemia que no solo afecta tu salud física, la salud emocional es algo que va creciendo y afecta nuestra vida en todos sus ámbitos.
Dr. Juan Manuel Carvajal Blancas
Doctor en psicología y
Psicoterapeuta Humanista
Contacto: 9512262913
sexualidad@inperfecto.com.mx
La experiencia de la pandemia que vivimos en el mundo por el COVID-19 ha traído consigo también un impacto significativo en el tema de la salud mental. Derivado de ello, diferentes trastornos adaptativos, ansiedad, depresión y brotes psicóticos son el motivo de la consulta en los espacios de atención psicoterapéutica, sin dejar de hacer mención que es el mínimo sector de la población quien recibe este apoyo.
Y aunque el contexto y las circunstancias son diversas, así como la forma de afrontar y de enfrentar la crisis, he observado como un aspecto común entre los consultantes, el miedo profundo a la muerte.
La gente está en la actualidad más ocupada de evitar la muerte que de cuidar su vida, situación que se agudiza ante el torrente de información que bombardea en todos los espacios de comunicación y en los sociales, la conciencia de las personas con la advertencia constante de protegerse o morir.
La vida de las personas ha cambiado y se ha visto afectada drásticamente. Algunos, los que pueden, resguardándose en casa; otros, en la obsesión constante de la sanitización que les lleva a realizar auténticos rituales que afectan la calidad de su vida cotidiana y la de sus familias. Encierros en las habitaciones, tensiones y estrés hacia el interior de las familias, limpieza constante una y otra vez, el miedo hacia los que regresan a casa del trabajo, del súper, el temor incluso por las mascotas y el riesgo posible de propagación, los mitos, las verdades a medias, las respuestas y cifras incompletas, las leyendas urbanas, la información vertida a través de las redes sociales, las teorías conspirativas, la politización de la pandemia y la culpa volcada sobre los diferentes personajes del ámbito político, sobre la gente, sobre el personal de salud; la hostilidad del pueblo contra el pueblo. Y en medio de todo esto el pánico que crece por la muerte.
Porque es cierto y es verdad que el pueblo que en noviembre se ríe de la muerte y la come con azúcar, desde marzo ha ido teniendo una relación distinta de frente a su propio destino, hacia su muerte y la de su familia, que mira que puede ser arrebatada su vida por un virus letal.
Y es entonces que notamos que no estamos preparados para partir, para soltar este mundo, que detrás de esa actitud desapegada y liviana hacia la muerte, hay una apatía también hacia la vida.
Porque el mexicano poco habla en serio de su muerte y la de sus seres amados, para mirarla como el proceso natural y existencial que es. Vida y muerte son parte de un mismo proceso y ambas merecen los honores y el lugar en la sala de conversación familiar.
He notado que, en la medida que las personas que asisten a psicoterapia se permiten reconocer sus sentimientos acerca de su muerte y la de sus seres amados; al hablar de ella con la naturalidad que se habla de la vida, la ansiedad disminuye.
Es necesario hablar, no solo de nuestra muerte, repentina y justa, sino también de la muerte de nuestros seres amados. Es necesario tener consciencia de nuestra propia muerte para poder tomar con mayor fuerza el presente y la vida.
Es necesario vivir el aquí y ahora con la certeza de que es nuestro único haber y cultivar el desapego, sabiendo que lo que tenemos, lo dejaremos sin más, sin piedad alguna si la muerte pisa nuestro huerto.
En conclusión, la ansiedad ante la pandemia, se alimenta de dos elementos: el temor ante la muerte y la incapacidad de disfrutar el momento presente. Superarla depende de los recursos de autoapoyo y ambientales con los que la persona cuenta y se permita desarrollar. Desde luego también, de permitirse trabajar sus miedos, tristezas y sus diversas emociones con el acompañamiento profesional de un experto.
Te invito a trabajar en psicoterapia estos dos temas y otros que seguro al revisarlos, encontrarás una mejor fortaleza para manejar tus emociones y evitar así, que la presión ambiental termine sobrepasándote y el miedo afectandote más en tu salud, acabando con tu vida, antes, incluso, que la propia pandemia.