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“Yalitza Aparicio, irreverencia, sentimiento y voz de los pueblos olvidados.”

#Sexualidad
Esta es tu vida…hoy leerás un tema que nos hablara de discriminación, diversidad  e inclusión social.

 

Dr. Juan Manuel Carvajal Blancas
Doctor en psicología
y Psicoterapeuta Humanista
Contacto: 9512262913
sexualidad@inperfecto.com.mx

 

Más allá del éxito, la fama, alcanzada por Yalitza Aparicio a partir de su participación en la película de Alfonso Cuarón: Roma, cuando miro diferentes publicaciones sobre ella: “Que si es bella, que si no, que su físico poco agraciado, que sus rasgos indígenas, que carece de carisma para figurar en revistas internacionales o publicar columnas en diarios como New York Times, etc.”, me lleva a la reflexión de lo poco que se habla de su talento y se limitan muchos comentarios, demasiado básicos, a cuestionar sólo la belleza de la actriz oaxaqueña o sus posibilidades de lucir uno u otro atuendo con lo que mejore su imagen.

“Belleza”, concepto por cierto, mamado e interiorizado desde la infancia, producto de un pensamiento colonizado que fue alimentado, la mayoría de las veces, con programas de televisión, telenovelas y patrones culturales despreciadores de lo que es considerado autóctono, inferior a la cultura colonizadora; pensamiento que se hereda de generación en generación, a través de un proceso de endoculturación, para mantener dominado cualquier ánimo de rebelión e irreverencia, así como también, fomentando la vergüenza y el desprecio por la presencia étnica de los habitantes originarios de este continente, a los que vale más invisibilizarlos.

Y recientemente Yalitza se refería precisamente al papel de los medios de comunicación promoviendo estereotipos que discriminan, ya sea por género, raza e idiosincrasia. Lo cual, desde mi particular punto de vista, es el reflejo de un pensamiento colonizado, el Eurocentrismo permeando la mentalidad de los pueblos latinos y fomentando el desprecio a todo lo que huela a pueblos originarios de este continente al que ellos bautizaron como América. 

Por si esto fuera insuficiente, resulta ofensivo para su intolerante intelecto, que una mujer de procedencia étnica se atreva a destacar en espacios considerados “de ellos”. Lo peor es cuando la propia gente de este lado, de su propio pueblo, la ataca, reflejando tan sólo el desprecio aprendido hacia sus propias raíces y la adulación enajenada de lo extranjero. A esto, se suma también el machismo derivado de una cultura patriarcal que subestima a las mujeres en general y pretende invisibilizar a aquellas que son o tienen rasgos indígenas. 

Miro lo mucho que nos hace falta trabajar en el tema de la inclusión social, en el respeto a las diversidades, a la riqueza de los grupos étnicos y su identidad cultural. 

Pienso que una auténtica inclusión dista mucho de ajustar a los pueblos y a las personas, culturálmente diversos e históricamente vulnerables, al patrón comercial imperante; más bien es generar las condiciones para potencialízarse, siendo lo que son, respetando plenamente sus valores y su cultura. Eso es incluirles y acercarnos a la equidad, que tanto se cacarea en diferentes espacios donde la gente discute y opina, que tanto se escribe y se recita en las escuelas, desde el preescolar, hasta el posgrado.

Cuando miremos a personas, pertenecientes a grupos étnicos, legislando a su favor en el Congreso; cuando miremos que los indígenas de nuestro país puedan accesar a servicios de salud, educación, seguridad y bienestar de calidad; cuando miremos que disponen de un trabajo en igualdad de condiciones, así como disponen el hijo del criollo y del mestizo; cuando tengan igualdad de oportunidades desde la educación escolarizada hasta el acceso a programas de investigación; cuando mire que los grupos étnicos tienen participación en las decisiones importantes de este país como es el medio ambiente, salud, política, economía, educación, ciencia, tecnologías e investigación, con respeto a sus usos y costumbres, estaremos entonces hablando de un avance en materia de inclusión social y equidad. 

A final de cuentas es cierto, lo que Facundo Cabral decía en sus coplas: 

“Somos una sólo raza: la humanidad…

Mucho que trabajar socialmente y exigir a nuestros gobiernos, para sensibilizarnos en este tema y tomar acciones distintas en cuanto a inclusión se refiere. 

 

#InPerfecto

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