#InPerfecciones
La mafia del poder, Calderón, los medios de comunicación… todos son culpables, menos López
Cruz Hernández Sánchez / @IamMillennial_
cruzhendez@gmail.com
La mafia del poder, Calderón, los medios de comunicación… todos son culpables, menos López
Llama la atención que, a más de un año del inicio de su gobierno, López siga buscando culpables del nulo progreso alcanzado. En un inicio, la llamada “mafia del poder” tomó el protagonismo en las mañaneras y discursos, gracias a ella la economía estaba estancada y el panorama no era el mejor para un crecimiento tangible; después, entró Calderón a ocupar la escena, aparentemente las acciones de su sexenio saltaron al de Peña Nieto e impactaron directamente sobre la administración de López causando conflictos sociales e incremento de la inseguridad, cuando el discurso contra Calderón se erosionó; entraron los periodistas y medios de comunicación, estos fueron los culpables de no mostrar los logros de la mal llamada “cuarta transformación” y limitarse a atacar las acciones de López con notas que mostraban actos de corrupción en su gobierno; ahora es el turno del neoliberalismo, el concepto de neoliberalismo, solo funciona en papel, ponerlo en práctica, en la vida real no garantiza que funcione como debe y lo más importante, es un concepto, palabras que sirven para formular discursos rimbombantes en los cuales se trata de ocultar a los verdaderos culpables.
No hay problema en tener enemigos imaginarios, pero sí en que se le vendan al pueblo como causantes de todos sus males, en sexenios anteriores los enemigos eran la pobreza, la enfermedad e inseguridad, ellos eran los culpables del estancamiento, debían ser combatidos con acciones y no con simples discursos en las mañanas. Llegó un punto donde las palabras de López del 2012 golpean los oídos del López actual, si no puede debe presentar su renuncia dada su incapacidad para ejercer el cargo, siempre busca una salida o un culpable para mantener lo que queda de su figura intacta, el conflicto se presenta cuando no se responsabiliza de nada, solo está ahí para escuchar las aduladoras palabras de sus medios y no para entender las críticas constructivas que pueden ayudar a mejorar la situación.
Enemigo solo hay uno, pero se adapta, cambia de forma para mimetizarse con la situación y escudarse bajo un nuevo nombre, ese enemigo es la incompetencia.