#Cultura
“Una forma diferente de contarle a los más pequeños de la casa acerca de los protagonistas de muchas de las leyendas de México.”
Fernanda S. Weffru / @justmaryfer
fernanda.s.weffru@inperfecto.com.mx
A mi vecino de 6 años le gustan mucho los relatos de terror. La primera vez que me lo dijo me dejó pensando toda la tarde en algún título que a su edad realmente me dejara despierta y con miedo durante la noche y no pude recordar ningún libro infantil así. Mi máximo terror a los 6 era Chucky, pero no existía ningún libro al respecto. En la televisión, por otro lado, pululaban estos programas “infantiles” de terror. Recuerdo que a partir de las 9 pm televisaban en los canales para niños “Escalofríos” y “Le sucedió al amigo de un amigo”. Estos sí que estaban inspirados en libros o relatos cortos de terror. Y era lo máximo en aquellos años porque, cada que nos poníamos valientes a la hora de algún recreo o en alguna pijamada, las historias que nos sabíamos provenían justamente de ahí. Pensé que a eso se refería Emilio cuando me dijo que le gustaban los relatos de terror, pero no.
Cuando se lo dije, mi pequeño vecino se rió de mí.
—Esas historias son falsas. Las que a mí me gustan sí pasaron. Me las contó mi abuela.
Me lo dijo muy seguro, y me sorprendió aún más. No sé tú, mi querido lector, pero yo sí creo en lo paranormal, así que lo insté a seguir contando lo que su abuelita le había compartido. Me resulta muy sorprendente que supiese distinguir si lo que le cuentan es ficción o no. A su edad, yo intentaba convencerme de que todo lo que me contaban mis amigos o mi familia eran sólo inventos y que esas criaturas o apariciones no existían. Pero para Emilio no es así, él cree en todo lo que su abuelita le cuenta, así que le pedí que me compartiera algo de lo que ella le contó para que yo pudiera decirle también las cosas que mi abuelita había compartido conmigo sobre el tema.
Hubo relatos desde brujas hasta aluxes.
Aquel día pasamos toda la tarde compartiendo relatos de duendes, chaneques, brujas y otros seres sin nombre que no pudieron ser identificados por su espectador. Fue precisamente el no saber qué eran aquellos seres lo que me hizo investigar al respecto. Debía existir algún tipo de bestiario de criaturas fantásticas mexicanas que le diera, por fin, un nombre a todos aquellos seres de las historias que nuestras abuelitas nos contaron.
Y lo encontré.
Al principio sólo me había enfocado en buscar seres fantásticos de Veracruz, pero recordé que México es un país muy diverso y lleno de leyendas y criaturas diferentes. Así fue como llegué al Bestiario de seres fantásticos mexicanos de Norma Muñoz Ledo; el cual, para mi sorpresa, es dedicado a un público infantil. Es un libro de fácil lectura y muy amigable con su lector; está escrito en rima y todas las características de los seres están tan bien descritas que me pusieron la piel de gallina en más de una ocasión. Es difícil concebir que un libro así esté dedicado a un público infantil pues, aunque está ilustrado (¡y de qué manera!), si yo lo leyera siendo niña me daría más miedo del que me dio como adulta.
Sin duda, me pareció un texto bastante novedoso, no todos los días uno se encuentra con literatura “de terror” para niños. Este libro describe de una forma divertida, pero horripilante a la vez, todos los monstruos y criaturas que existen en el folklore mexicano. Creo que es una forma entretenida de enseñarle a los niños que el miedo no sólo lo pueden causar pie grande, el Kraken o Frankenstein. En México también tenemos seres espantosos y místicos que muy pocas personas conocen y que gracias al bestiario de Norma Muñoz Ledo ahora podemos reconocer y compartir.
Este libro va muy bien para estos días de cuarentena, sus relatos cortos son perfectos para leer uno cada día y sus ilustraciones son muy bellas, aún y cuando nos muestran a los monstruos de México. Además, su precio es bastante económico y realmente sería un gran ejemplar para tu biblioteca personal. Los niños también podrán distraerse sanamente de nuestra terrorifica realidad actual…
__Muñoz Ledo, N. (2016) Bestiario de seres fantásticos mexicanos. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.