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¿Y SI EL LÍDER SE VA?

#InPerfecciones
Independientemente de la capacidad del Presidente –incluida la presunción de su amplia moralidad- ¿qué tendría Morena sin su presencia?.

 

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C  
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

 

“Si el partido que ayudé a fundar, Morena, se echara a perder, no solo renunciaría, sino que me gustaría que le cambiaran el nombre”, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia “mañanera” ante el cuestionamiento sobre los conflictos internos del partido que lo catapultó al poder. Las pugnas internas entre Ricardo Monreal y Martí Batres –por ejemplo- así como la conformación de grupos que comienzan a frotarse las manos en torno a la renovación de la dirigencia de Morena han evidenciado que al final del día la plataforma y espíritu de cualquier partido político no es más que demagogia y carnada para ingenuos.

 

En la revisión de la retórica partidista podemos encontrar frases clave que sin duda pueden tener un efecto contundente en la búsqueda de atraer al cardumen de votantes, ¿quién se puede resistir a frases como “primero los pobres”, “por nuestra niñez”, “por tu seguridad”, “te lo firmo y te lo cumplo”?, amen de quien profiera semejantes frases o “slogans”, en el imaginario colectivo nacional los pendientes y demandas sobre seguridad, justicia, empleo, bienestar, educación, salud, etc. se encuentran continuamente presentes por la nimiedad de que no se han resuelto, ni con una ni con otra opción. 

 

¿Qué pasaría si López Obrador dejara sin su figura ideológica fundamental a Morena?. Lejos del golpe anímico que esto representaría para los seguidores, lo más probable es que la desnudez “moral” de Regeneración Nacional dejará al descubierto a los personajes de la política nacional que se alinearon con el proyecto del Presidente como parte de esa costumbre heredada de tratar de estar a toda costa al lado de los que se encuentran en el poder aunque no se compartan lo ideales. De modo que la respuesta a la pregunta hecha sobre la ausencia de López Obrador en Morena sería, nada, así de simple, nada. Nada que no se sepa.

 

Si la crítica reciente a Futuro 21 por su reciclaje de figuras añejas de la política se encontró basada risas y pena ajena, la presencia acéfala de Morena sin su líder moral sería igual de ridícula. Un grupo de políticos reciclados tratando de revivir tiempos mejores entorno al poder bajo el discurso de la búsqueda del bienestar social y la tan necesaria democracia nacional etc., etc.

 

Que un partido como Morena se eche a perder, desde luego que es una opción viable, la herencia perredista, priista, panista, petista, etc. lo dice todo, basta con ver la crisis que enfrentan, y tan lo sabe el Presidente que amagar con el abandono a su grey es parte de un juego con el que busca apaciguar los apetitos malsanos de formación que tienen los integrantes de su partido. Después de todo ¿qué es un partido político?, pues es solo un grupo de personas que buscan las prerrogativas que el poder da para darle vida a sus proyectos de negocio.

 

#InPerfecto 

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