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Zinacantán y San Juan Chamula, tesoros culturales de Los Altos de Chiapas

Fotografía de portada.  Panorámica de Zinacantán, tierra de los murciélagos (Ari Peña, abril de 2019)

#SecretosDeNuestroMexico
“Zinacantán y San Juan Chamula, comunidades emblemáticas por su riqueza cultural: color, sincretismo e historia”

 

 

Ari Peña
ari.pena@inperfecto.com.mx

 

¡Hola!

Estimado lector, espero hayas disfrutado la colaboración pasada sobre mi visita a dos cascadas sorprendentes de la región de Palenque, Chiapas: Agua Azul y Misol ha. Hoy en esta quinta y penúltima nota de mi viaje por Chiapas, comparto algunos detalles de mi recorrido a Zinacantán y San Juan Chamula, ambos municipios cercanos a San Cristóbal de las Casas, lugares conocidos por su riqueza cultural.

 

Como amante de los textiles y la cultura, esta ruta fue especial en mi itinerario por el espíritu del mundo maya en Semana Santa. El domingo de resurrección temprano nos desplazamos hacia la primera parada, Zinacantán(en náhuatl significa “tierra de los murciélagos”) que se encuentra aproximadamente a 10 kilómetros de San Cristóbal de las Casas. Un pueblo tzotzil emblemático de Los Altos de Chiapas, enmarcado por los cerros que rodean el valle y es característico por la producción de flores en la región.

 

Nos detuvimos en el mirador para observar la población que se identifica por un paisaje rodeado de invernaderos y al mismo tiempo destaca la iglesiaSan Lorenzo, uno de los templos más importantes de la comunidad, desafortunadamente no tuve oportunidad de visitarlo debido a que se encontraba en reconstrucción a causa de los estragos del último sismo registrado en la zona.

 

Desde la llegada a Zinacantán se percibe un ambiente de amabilidad y alegría, mientras que el guía nos compartía que antes de la llegada de las tropas aztecas a los Altos de Chiapas, Zinacantán constituía un importante centro comercial y era considerado como la capital de los tzotziles. Llegamos a la capilla de San Sebastián, una construcción que me evocó una sensación mística acompañada del aroma del copal: el “incienso de la tierra”, entramos a la capilla adornada con flores multicolores cultivadas localmente y escuchamos a un par de personas orando en tzotzil.

 

El guía nos informó que en estos lugares está prohibido tomar fotografía y video, por lo que solo capture en mi mente la imagen del interior de la capilla en honor a San Sebastián.

 

Un dato que mellamo la atención en Chiapas fue que en varios sitios encuentras tres cruces juntas, en lugar de solo una cruz…entonces nos explicaron que en donde se encuentran tres cruces se refieren sitios donde se concentran los ancestros y por eso se experimenta una energía poderosa.

 

 

El recorrido por algunas calles del pueblo permitió respirar un ambiente amigable y alegre.

 

El guía nos llevó a conocer la casa, en donde nos recibieron con los brazos abiertos, literal “desde la sala hasta la cocina”, para conocer más sobre los textiles y degustar un delicioso café de olla y un par de quesadillas para el desayuno, recién salidos del comal.

 

Una artesana nos explicó que el telar de cintura es una herencia que ha pasado de generación en generación para trasmitir su cultura, por ejemplo, el color de las flores y su significado en sus ceremonias…nos mostró cómo se trabaja en el telar de cintura, ¡impresionante su labor!

 

El telar de cintura, una tradición milenaria llena de simbolismos…

 

Al interior de la casa nos encontramos una colección de textiles y algunas indumentarias de diversas regiones de Chiapas que nos permiten conocer la diversidad cultural. Admiré los bordados de Zinacantán que simbolizan rosas, crisantemos y claveles, un colorido paisaje que le definen.

 

Indumentaria chiapaneca: color, diversidad y simbolismo

 

La indumentaria es muestra de la diversidad y riqueza cultural, a partir de la cual por ejemplo se puede conocer la región, el clima y el lugar de procedencia a través de los bordados, colores y técnicas.

 

Algunos textiles elaborados por manos chiapanecas

 

Los anfitriones nos compartieron algunos detalles de la composición del altar y nos permitieron tomar algunas fotografías, así que aproveché la oportunidad para documentar mi visita…

 

Altar en una casa de Zinacantán y yo portando indumentaria zinacanteca

 

Muy cerca de Zinacantán se localizaSan Juan Chamula, nuestra segunda parada, una comunidad tzotzil que se distingue por su manifestación de la religiosidad del pueblo acompañada de su fervor y laenigmática iglesia de San Juan Bautista que es famosa por su sincretismo, ingredientes que hacen única la experiencia.

 

Desde la entrada al pueblo se observa el panteón que da una impresión de curiosidad…al igual que en Zinacantán tampoco se pueden tomar fotografías y videos al interior de la iglesia y documentar sus ceremonias, e incluso permanece cerrada a “extraños”.

 

En esta ocasión gracias a que el guía conocía a un mayordomo de la iglesia nos permitieron entrar, desde la entrada hasta al interior el piso estaba adornado de “ocochal”, el olor del copal y la luz de las velas, las imágenes custodiadas por los lugareños, el tumulto y la música en la plaza fueron elementos que enmarcaron una vivencia única, realmente es un suceso y un lugar en donde se concentra una energía misteriosa.

 

En procesión los mayordomos recorrieron las imágenes por la plaza central y después entraron a la iglesia, en el trayecto se lanzaban pétalos de flores, permanecía el olor del copal y regularmente se lanzaban cohetes como aviso del suceso, además de la música local que no dejaba de sonar, se percibía una sensación de fervor de los lugareños.

 

 

Panorámica de San Juan Chamula, al fondo la iglesia en honor a San Juan Bautista

 

Además de experimentar la celebración de domingo de resurrección en San Juan Chamula, en la plaza y conocer la famosa iglesia de San Juan Bautista, también tuvimos la suerte de ir a la casa del mayordomo con el objetivo de hacer una “limpia” a una compañera de aventura, desafortunadamente, los tiempos eran muy justos para realizar con detenimiento el rito, ya que requería cumplir con su labor de mayordomo en el marco de la celebración de Semana Santa, por lo que no hubo mucha oportunidad de conversar sobre el ritual de la “limpia”, sin embargo, conocimos el lugar que se componía de un altar repleto de imágenes de Santos con sus respectivas veladoras, además presenciamos los rezos y peticiones en tzotzil.

 

Si vas a San Cristóbal de las Casas, no dejes de visitar Zinacantán y San Juan Chamula para vivenciar la experiencia llena de sincretismo, color y tradición.

 

Te invito a que me acompañes en la siguiente expedición, compartiré sobre mi recorrido al impresionante Parque Nacional Cañón del Sumidero y a un pueblo mágico estilo parisino en las plazas de su centro histórico.

 

 

-Fotografía de portada.  Panorámica de Zinacantán, tierra de los murciélagos (Ari Peña, abril de 2019)-

¡Felices viajes!

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