Sexualidad

¿Caprichos de una comunidad feminista?

#Sexualidad
El cristal se a roto, se barre, se limpia, reponer el cristal será quizá fácil, quizá llevará tiempo, pero el resultado será perfecto, y ¿como curar, reparar, reconstruir a una mujer violentada?

 

Rosario Aguilar / @rosariogaguilar
rosario.aguilar@inperfecto.com.mx

Las mujeres levantan la voz a decir ya basta, una voz que enciende un llamado a ser escuchadas, y sobre todo atendidas y apoyadas, la “debilidad” femenina se cuida y se defiende entre ellas, la opinión de divide, estemos de acuerdo o no toda revolución, levantamiento, rebelión, tiene un por qué, y ¡pedir justicia es ese por qué! La seguridad ya es un mito para todos quienes vivimos en esta sociedad, pero siguen siendo las mujeres las más vulnerables, ¿que falta por hacer? ¡Hablar! ¡Escuchar! ¡Participar! No podemos sólo quedarnos con lo que se ve en medios de comunicación, cuestiona, analiza, investiga, callar sólo es aceptar que siga pasando con naturalidad lo que no es normal.
Esta semana leeremos a la sociedad quienes aceptaron la invitación de escribir su contario, un pensamiento suyo, a favor es el pensamiento de mujeres y hombres que viven la realidad de las calles y en sus familias .

Dayan, soy mujer, soy mamá tengo 25 años. Y me da miedo salir a la calle sola con mi hija. Desde que estaba embarazada pensé: “en qué mundo crecerá mi hija”
Entre en pánico porque he escuchado y leído historias sobre desapariciones de mujeres, violaciones y hasta asesinatos. A veces lo sientes ajeno, como si pasará muy lejos de ti pero cuando vez las fotos, y las lagrimas de familiares y amigos se te rompe el corazón. No puedo imaginar el dolor que los acompaña.
Las listas de desaparecidas es inmensamente larga.
¿Pueden sentir el miedo que siento?
Puede ser mi hija, o yo, o mi amiga, mi vecina, mi maestra, la chica que me atiende en la panadería, la señora que vende.
Carajo puede ser cualquier mujer a la que estén violando en este momento.
¿Cómo nos defendemos?
No contamos con un sistema de justicia leal, digno.
¿Cómo le explicó a mi hija lo que le pasó a Esmeralda, a Dana, a Mariela?
En los últimos años, las mujeres nos hemos unido, organizado y manifestado de una forma pacífica, “en silencio” y por supuesto no ha cambiado nada. Siguen aumentando las cifras de mujeres desaparecidas, de mujeres violadas, golpeadas y asesinadas.
No deberíamos pedir que se nos respete, no deberíamos andar gritando en las calles, no deberíamos romper cosas pero algo nos queda muy claro, por fin nos escuchan y es esa la forma cómo prestan atención a todos los casos de mis hermanas desaparecidas, violadas, golpeadas y asesinadas.

Basta del miedo, quiero salir a la calle y tener la seguridad de que regresaré a casa.

Mi nombre es Gustavo Adolfo Carrillo Nava, soy Informático de profesión, aunque me dedico a dar clases en una escuela privada y atiendo problemas informáticos de distintas instituciones gubernamentales y no gubernamentales.

Es algo muy indignante la verdad y una tristeza la alta tasa de violencia y feminicidios dígase maltrato psicológico, físico y/o sexual que hay en la actualidad parece una historia horrible que simplemente parece no tener fin. Siempre he sido creyente de que los cambios grandes empiezan por los pequeños y que el mundo cambia con nuestro ejemplo y no con nuestra opinión, y aunque entiendo la rabia cruda y la frustración ante la indiferencia de las instituciones encargadas de garantizar la seguridad ciudadana (hombres, mujeres, etc, creo que jamás los actos vandálicos serán la respuesta nuestra mejor arma es la educación y el ejemplo, la manifestación pasada nos mostró dos cara de la moneda por un lado las mujeres que desean ser escuchadas y que buscan la justicia y quiénes solo insitaban a la destrucción, la feministas radicales se han encargado de separarnos por géneros cuando la consientización y el cambio debe ser en conjunto y a través del diálogo y la educación.
Tanto las mujeres como los hombres merecemos respeto y el derecho a la seguridad y ser escuchados, es lamentable el comportamiento de las autoridades gubernamentales que juraron garantizar nuestra seguridad y el encubrimiento que ha sido más que evidente. No obstante no debemos tomar la justicia en nuestras manos pues cuando uno cruza esa línea a veces no se puede regresar, Nietzsche decía “Quien con monstruos lucha debe tener cuidado de no convertirse a su vez en uno, tanto que cuando miras dentro del abismo también el ha mirado dentro de ti”… Así mismo el feminismo extremo en su búsqueda de la igualdad ha hecho tambalear la balanza del respeto.
Me parece injusto que por unas jueguen a todas pues soy creyente de siempre hay que dar el beneficio de la duda, hay gente buena y gente mala, y uno debe ser siempre objetivo al respecto sin importar el género, un hombre que sufre de violencia es motivo de burla para otros hombres y de orgullo para algunas mujeres, y viceversa las mujeres que sufren de violencia rara vez son apoyadas y en mi experiencia incluso hasta suelen ser ridícularizadas por otras mujeres, hay que buscar la igual y el respeto en conjunto y no divididos por géneros por que todos somos parte de la misma especie, somos humanos, que amamos y queremos ser amados, que sentimos y sufrimos a diario, que hablamos y a veces no somos escuchados, así como humanos, como mexicanos, como ciudadanos pertenecientes a un estado debemos ser una sola voz y exigir lo que se nos prometió, pero solo se podrá a través del diálogo, el respeto y la educación.

Por que la violencia no solo es del hombre a la mujer, también existe de mujer a mujer, de hombre a hombre y de mujer a hombre, todos tenemos el derecho a ser escuchados y de que nos crean, como varias se manifestaban y no por ser hombre no comparto su opinión o me es indiferente claro que no… Por que yo tengo una novia que amo, una hermana, una madre, una tía, una sobrina… Y me aterra como no tienen idea que un día les pasé algo y así como yo hay muchos más hombres y mujeres con la misma mentalidad que apoyan la causa por que todos queremos la paz y la seguridad para los nuestros, para nuestro país, por que aquí vivimos por que si le pasa a alguien le puede pasar a cualquier y no podemos normalizar la violencia y mucho menos debemos promoverla, por eso reiteró que el cambio debe empezar por nosotros y con la educación puesto que el respeto que doy también es el respeto que merezco, cuando se busca la justicia, la igual y la paz no se es ni hombre ni mujer… Somos humanos por igual.