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Ocotlán “lugar de pinos u ocotes”, ubicado al centro-este del estado de Jalisco, a tan sólo hora y media, dos horas de la ciudad de Guadalajara, es la capital mexicana del mueble.
Atenea Sánchez.
atenea@inperfecto.com.mx
¡Hola!
¿Cómo estás? Deseo que tus vacaciones de verano estén resultando como lo deseas y me encantaría saber que alguno de ustedes ya ha ido a visitar alguno de los rincones de nuestro país que hemos recomendado en esta gran sección de Turismo Sustentable con mucho cariño para ti. El día de hoy, quiero llevarte a conocer un sitio muy bello del estado de Jalisco, conocido como la capital mexicana del mueble: Ocotlán, ¿estás listo? ¡Acompáñame!
Ocotlán “lugar de pinos u ocotes”, ubicado al centro-este del estado de Jalisco, a tan sólo hora y media, dos horas de la capital del estado, este lugar fue evangelizado por la orden de los Franciscanos en el año de 1537, aunque no se conoce con certeza la fecha de su origen.
Desde que iba camino a este sitio, los paisajes agaveros sin duda me cautivaron, junto con los matices del cielo, los cerros y las nubes, es una de las razones por las que disfruto viajar en autobús.
Parte del ecoturismo, lo puedes hacer con una caminata o senderismo camino a “El Raicero”, aquí sin duda, podrás contemplar un bello atardecer y disfrutar de la fusión del cielo con el lago de Chapala, el más grande del país (https://inperfecto.com.mx/2019/03/05/el-lago-natural-mas-grande-de-mexico/), o subir a lo más alto, para tener la mejor vista de la ribera y encontrarte en tu recorrido especies exóticas, ¡nosotros nos encontramos con una lechuza! También podrás conocer otros parajes naturales como el Parque Metropolitano La Eucalera, el mirador y el poblado de Jamay.
Este municipio es conocido a nivel nacional por su principal actividad económica, aunque en un inicio destacaba la agricultura y luego el apogeo industrial, actualmente es la fabricación de los mejores muebles del país.
De los datos curiosos de este municipio, se encuentra su historia religiosa centrada en el Señor de la Misericordia, se dice que el 2 de octubre de 1847 ocurrió un terremoto que destruyó a la ciudad y que al día siguiente, ocurrió “EL PRODIGIO”, es decir, la aparición del Señor de la Misericordia y justo donde apareció, está construida una escultura para representar ese gran milagro.
Por ello, la fiesta patronal se celebra el 3 de octubre de cada año, donde se realizan unos festejos previos a partir del 20 de septiembre, que consiste en que cada día le toca a cada Gremio “vestir” al Templo del Señor de la Misericordia, que data del siglo XIX: la decoración, las flores, la música, una comparsa… Y así, día tras día, primero los industriales, los albañiles, los mecánicos, los herreros, los panaderos, los agricultores, carniceros y por supuesto: ¡los muebleros! ¿Imaginas cada día un arreglo diferente? Pues sí, todos se organizan para ofrendar lo mejor de su año al milagroso Señor de la Misericordia.
Finalmente, no te puedes perder el jardín central de Ocotlán, donde encontrarás elementos emblemáticos y característicos de una región mueblera, como lo son la silla gigante que representa su principal actividad económica, así como los famosos caballitos de madera que uno recuerda de la infancia, podrás subirte pues los hay en todos sus tamaños para el disfrute de ¡chicos y no tan chicos!
Deseo que hayas disfrutado de Ocotlán y que te animes a visitarlo si te encuentras de paseo por tierras tapatías o en su próxima y cercana fiesta patronal. Mis agradecimientos a la hospitalidad y el apoyo para la realización de esta nota a Mike y su hermana Ana Lilia Mendoza, quienes con su compañía, hicieron aún más grata mi visita.
¡Nos leemos en las siguientes aventuras tapatías o nacionales!