#InPerfecciones
El presidente Andrés Manuel López Obrador parece ser alguien que se inicia a perfilar como el alumno más avanzado del presidente de Estados Unidos, va aprendiendo bien.
Miguel Angel Millán Cancino / @MiAngel_Millan
miangel.millan@inperfecto.com.mx
Antes que nada, quiero dedicar mi editorial a un grandioso periodista, que ha dado como tal, el título de esta nota editorial que les podemos compartir el día de hoy, hablo de Asier Vera.
Uno de los temas de los que más hablamos y que estará en la boca del periodismo nacional en los siguientes días, semanas es sobre la migración, que viene en aumento desde hace muchos años, pero desde otra perspectiva.
La falta de calidad de vida de todos nosotros, ciudadanos mexicanos, en medio de la violencia social y económica que se vive no solo desde el tiempo de la aplicación del modelo neoliberal, sino de los tiempos más añejos.
Es por aquello, que México ha sido una máquina de fabricación de mano de obra barata para los Estados Unidos, que han sabido aprovechar cada una de las necesidades de los paisanos que han salido en la búsqueda del sueño americano, mismo que les ha asegurado las condiciones de vida que en México jamás hubieran podido obtener.
Por ello, ante todas las faltas que han recibido, han arriesgado su vida transitando por México, un país violento para los de casa y los de fuera, más en el tránsito hacia cumplir un sueño y satisfacer las necesidades.
Pero no solo estamos hablando ahora de la migración nacional, ahora también hablamos sobre los amigos centroamericanos que han salido en grandes caravanas, exponiendo -como lo hemos dicho muchas veces- a las autoridades de su país y a las autoridades de nuestra nación, que se ve envuelta en medio de una serie de crisis, como humanitarias y de aprendizaje de patrones no muy buenos para la clase que lucha por los Derechos Humanos que han sido violados desde hace mucho.
México no experimenta de manera reciente la explotación migrante ni la misma migración centro y sudamericana en nuestro territorio, solo que a últimas fechas se ha visto envuelta en escándalos por la salida masiva en grandes caravanas de los pobladores de las tierras, que al igual que México, viven una economía debil, los efectos de la corrupción y de la violencia, demostrando que México, solo es un país de paso en el que, se deja el riesgo para llegar a la auténtica meta, los Estados Unidos.
Sin embargo, los embates dados por el presidente Norteamericano Donald Trump nos ha hecho negociar con aquella nación que tiene en sus manos, un plan anti migración ante la negativa rotunda de la construcción de un muro entre el país vecino del norte y México, mismo que ante la ideología, ha empezado a crear muros en otras naciones a través de la credencialización, la deportación, la cacería migrante, los coyotes y sobre todo la militarización, misma que se da en Guatemala en su frontera sur, y la que se da en México, con los elementos de la recién nacida Guardia Nacional.
Pero, ¿De donde viene esto?
Solo puede venir de una cabeza retorcida como la de Donald Trump, pero también en la clase, le pasa la enseñanza al canciller Marcelo Ebrard, mismo que le viene y le pasa los apuntes al presidente Andrés Manuel López Obrador, que como quiere mantenerse en casa, no sale y le llama al presidente de EU, y pasa su examen con excelencia.
Pero, ¿De que era el examen?
Claramente el examen era práctico sobre migración y el control de flujos, de campaña electoral a favor del empresario estadounidense y sobre represión social disfrazada como necesidad bajo el exhaustivo nacionalismo que le dio, a ambos presidentes, la victoria en las respectivas campañas en las que contendieron y que les dio la silla presidencial de ambos socios que no saben vivir el uno sin el otro.
Hoy, México aprendió a criminalizar la migración, hablando todos los días sobre derechos humanos para taparnos el ojo, para hacernos pensar en que buenos somos, tratando de tranquilizar a aquellos que queremos libertades y respeto a la migración y su procuración, pero también dando noticias como la detención, deportación e incluso muerte para darle el mensaje al país vecino que nos gobierna de manera cautelosa y descarada, pero también a los mexicanos que buscan el desarrollo de la xenofobia de manera particular llevando el tema al máximo.
Felicidades presidente López Obrador, 3 intentos le sirvió para aprender a doblegarse, sobre todo, para tener contento al Maestro, al gran Sensei gubernamental, que nos da la Cuarta Transformación, claro, nos transformamos de esa Patria entreguista que eramos a transformarnos en una estrella más de los Estados Unidos.
Solo le decimos Señor Presidente, cuidado con lo que le prometan, porque cuando se canse, el ganso quedará desplumado.