#InPerfecciones
Los recortes presupuestales en materia de salud mientras se anuncia inversión al deporte “oficial” enferma de solo pensarlo.
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx
Las prioridades de un gobierno no solo hablan del carácter político, social y económico que profesa, también exhiben las capacidades o deficiencias al momento de implementar las decisiones tomadas, aunque tenemos que recordar que en muchos casos el tipo de decisiones que se toman van directamente en función de una serie de compromisos acordados de índole comercial con acreedores, empresas transnacionales, organismos financieros, etc. con los que preferentemente habrá que cumplir si no se desea padecer una penosa situación de bloqueo, embargo, o castigos arancelarios.
Todos los ofrecimientos que en campaña se pusieron en la mesa tienen el infortunio de generar un gasto que se está mal entendiendo como “justa repartición de la riqueza” de parte de quién simpatiza a ultranza con el discurso del Presidente, sin embargo, lo único que se está generando es un despilfarro descomunal de la recaudación de impuestos, porque tanto así como que le estén quitando a los “ricos” para darle a los pobres se queda en un simple mito.
Y es aquí donde las prioridades se entrampan en un baile de sinsabores donde llueven las críticas –obviamente- por el interés marcado en aspectos que hacen dudar del discurso político que habla de austeridad republicana o en su defecto “austeridad franciscana” sacrificando aspectos tan importantes como el sistema de salud que si bien lleva varias administraciones en crisis, ahora, el escenario es menos alentador cuando vemos que Secretaría de Hacienda congela algo más que 700 mdp a 26 institutos, hospitales, y centros de alta especialidad, además de ordenar recorte de personal, aspecto que incide directamente en la calidad del servicio y que pone en riesgo de manera deliberada la salud de miles de pacientes que han comenzado a resentir el desabasto de medicamentos y servicios que complementan la atención médica como estudios de laboratorio.
Por otro lado vemos de manera muy criticable que se pretende invertir 500 mdp anuales a deportes como el beisbol, caminata y boxeo, que en el terreno no significa que deba tener poca relevancia, pero si se prioriza en el discurso la inversión al deporte por encima de la atención médica, podemos decir con toda certeza que el beisbol en México habrá de convertirse junto con el Presidente en el “Rey de los recortes”, sin duda un título infame que le meterá un “palo de vuelta entera” al sector salud y educativo donde los efectos negativos a corto, mediano y largo plazo con seguridad le darán materia a futuras administraciones para repetir el tan desgastado discurso aquel de que la crisis del país en materia de salud es culpa de los anteriores gobiernos que tenían otros datos más optimistas.