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La violencia en la UNAM, el sinónimo de un rector callado y apático

#InPerfecciones
No sabemos cuantos hayan sido, lo peor es que no sabremos cuantos más serán, mientras Enrique Graue calla, en la UNAM sus jovenes caen.

 

 

Miguel Angel Millán Cancino / @MiAngel_Millan
miangel.millan@inperfecto.com.mx

 

Una nueva alumna murió esta semana en el CCH Oriente, y no es la primera en el semestre, viene acompañada de dos más.

Ante las incidencias de la violencia, la rectoría de la UNAM prefiere pedir que se llegue a las últimas consecuencias pero no viene acompañado de un duro discurso que no solo condene, sino que de el camino hacia la solución y a la garantía de la seguridad sin represión al interior de la Universidad Nacional Autónoma de México, en todas sus instalaciones en CU, FES, CCH, ENP y más.

 

Honestamente, el silencio desmedido del rector Graue nos hace pensar en la gran falta de carácter, de opciones y sobre todo de empatía que la dirigencia de la UNAM tiene para con su alumnado, personal y de los usuarios.

En septiembre pasado, mientras los estudiantes que exigen justicia, gratuidad y garantías de estudio, el mismo rector que hoy solo manda comunicados no atendió jamás las demandas, y cuando lo hace, no cumple lo exigido en pliegos petitorios haciendo disminuir a un movimiento estudiantil y haciendo que los mismos se cansen y deserten de una lucha en la que la legítima demanda estaba en juego.

 

La rectoría de la UNAM se debe de regir bajo la autonomía dada en la misma máxima casa, no supeditada a los intereses políticos ni a las ordenes de los mandatarios que buscan siempre, callar las voces libertarias de aquellos jovenes estudiantes que han logrado pasar la dura prueba para poder buscar un futuro mejor, una oportunidad y que han estado en riesgo, justamente por la ceguera de aquellos que ven la sangre salpicar sus hermosas corbatas y carísimos relojes pero que la limpian en medio de la hipocrecía generada de un discurso salvador del que no han medido para nada, la mínima forma de ponerle un alto a la masacre dada dentro de las instalaciones de la UNAM.

También vemos a una Jefa de Gobierno y una Procuraduría obsoletas, que mientras Claudia Sheinbaum pedía justicia, pero desde la comodidad de algún buen lugar para tuitear, no se pudo ir a parar al CCH o pedir cuentas al rector, o la misma Ernestina Godoy, que ahora investiga los amoríos de la estudiante de tan solo 18 años que murió en un salón de clases.

 

Muy mal, muy cobardes, solo nos queda hacer el eco del estudiantado que pide que si las autoridades universitarias no pueden con su cargo lo dejen para alguien que este capacitado, así que:

 

Sr. Enrique Graue:

Si usted no puede garantizar la seguridad en la UNAM y las cosas básicas de los derechos estudiantiles, por favor renuncie, no sea más tóxico, y creo que usted ya tiene mucho tiempo de ser alguien que con largas es servil a los órganos de gobierno y administrativos del gobierno federal y no es servil ni útil a la comunidad universitaria. Tenga un poco de decoro y de honestidad y diga el cuanto lo rebasa un cargo para el cual, claramente no esta preparado ni está destinado, por eso es de vocación, misma que no tiene.

 

Por mi raza hablará el espíritu, pero no queremos espíritus en pena, queremos una universidad de vivos, que son los mismos que mantendrán la vida de este país.

 

#InPerfecto

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