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Los sabores que podrás degustar en tu visita al Templo de Diana van desde el pulque natural, arándanos, manzana, guanábana, amaranto, chía, mango, grosella, limón, apio, avena, arroz, fresa, yerbabuena, chocolate, bombón, café, cajeta, piña, cacahuate, coco, vegano, cereza, pay de limón y oreo, disponibles todos los días del año, hasta los sabores de temporada como en día de muertos con el pulque de cempasúchil.
Iris Oropeza
iris.oropeza@inperfecto.com.mx
El pulque es la bebida fermentada tradicional de México, elaborada a base del aguamiel o mucílago, un elixir de origen prehispánico extraído del maguey que nos deleita el paladar con sus sabores curados o al natural. En esta ocasión visitamos un lugar al sur de la Ciudad de México, donde podrás probar una gran variedad de combinaciones de sabores exóticos que van desde el gomi pulque, hasta el delicioso pulque natural. Acompáñame en este recorrido por el Templo de Diana.
Su historia
Originalmente ubicada en la calle Victoria, justo detrás del Eje Central, El Templo de Diana es una pulquería tradicional con más de 100 años de historia, la cual ha prevalecido a lo largo del tiempo, combinando así los sabores modernos con una bebida prehispánica dando como resultado una gran variedad de curados de diferentes sabores para todo tipo de gustos.
En el año de 1970 esta pulquería es trasladada a la Avenida 5 de mayo, en lo que ahora es la alcaldía de Xochimilco por el entonces dueño el señor Gabriel Granados Cabello. En 1982, la administración de esta pulquería pasa a manos de la familia Olvera, con el señor Federico Olvera López como encargado principal. La familia Olvera lleva el pulque en la sangre, ya que esta tradición de pulqueros viene arraigada de antiguas generaciones, comenzando con el señor Otilio Olvera Roldán, abuelo del actual administrador del Templo de Diana, el señor Federico Olvera Olvera.
Para darnos una idea de lo delicioso de este pulque se debe desatacar que es traído desde Singuilucan de Hidalgo, un estado que se distingue por el sabor de sus pulques y sobre todo por la calidad que estos tienen. Así como toda la herencia de tlachiqueros, aquellas personas que se dedican a la extracción del agua miel del maguey para la preparación y fermentación del pulque.
Este lugar combina varios elementos atractivos para los muchos visitantes que acuden a saborear un pulque, ya que de inicio antes de entrar te encontrarás con una puerta de vaivén típica de una pulquería, donde podrás distinguir estampado el nombre de el Templo de Diana. También, si levantas un poco más la vista podrás notar el letrero tradicional con la leyenda “Pulques Finos El Templo de Diana”, su número de licencia de función y de sanidad.
Al entrar lo primero que notarás es el piso cubierto por aserrín, como se usaba en las primeras pulquerías de México a inicios del siglo XX. También encontrarás diferentes elementos decorativos que vuelven a este lugar un espacio que te remonta al pasado, la barra principal con un molcajete de salsa verde y al lado sus tortillas, para que te eches un taquito de salsa como botana, mientras esperas ansioso tu curado o tu pulquito al natural.
El papel picado es un elemento importante en este lugar, ya que le da colorido al techo del Templo, en conjunto con los cuadros con creativas frases alusivas al pulque colgados en las paredes recubiertas de azulejo verde, con sus murales, su rocola y un altar a la Virgen de Guadalupe, todo un lienzo de adoración a esta bebida de dioses.
Además de todos estos elementos, podemos encontrar el departamento para mujeres, un espacio que anteriormente era utilizado para servirle el pulque a las mujeres, era un lugar muy pequeño, tanto que no podían permanecer por mucho tiempo en el, ni tampoco eran admitidas a quedarse a degustar en las mesas de la pulquería, ese espacio era solo para hombres.
Si al entrar en el Templo de Diana te encuentras con que no hay mesas libres disponibles, podrás disponer de uno de los lugares libres en cualquier mesa, lo que nos permite entablar una que otra plática interesante en su mayoría con señores de edad o gente de la localidad que gustan de una buena bebida. Y si tienes hambre, puedes esperar a que algún vendedor ambulante entre al lugar y te ofrezca sus deliciosas botanas caseras, cacahuates, pepitas y chicharrones, o acercarte a la barra para comerte un taquito de salsa verde.
Aquí podrás probar una gran variedad de sabores curados, muchos de los cuales son preparados al instante por el encargado o su asistente que atienden la barra, justo después de que tu pides tu bebida al mesero, quien te atiende de inmediato cuando ingresas en la pulquería, mostrando la carta de sabores y precios, que incluye además tacos y cerveza, en caso de que lo tuyo no sea tanto el pulque o si vienes con alguien a quien no le agrade mucho.
Los sabores que podrás degustar en tu visita al Templo de Diana van desde el pulque natural, arándanos, manzana, guanábana, amaranto, chía, mango, grosella, limón, apio, avena, arroz, fresa, yerbabuena, chocolate, bombón, café, cajeta, piña, cacahuate, coco, vegano, cereza, pay de limón y oreo, disponibles todos los días del año, hasta los sabores de temporada como en día de muertos con el pulque de cempasuchil o el beso de navidad, de ostión, tejocote o maracuyá, entre otros.
Ven a probar estas deliciosas creaciones de lunes a domingo en un horario de 10:00 a 21:00 horas, te recuerdo que es un establecimiento para mayores de edad. Este rincón de la capital se ubica en Avenida 5 de mayo, número 65, Colonia Santa Crucita, CP. 16070 en la alcaldía de Xochimilco, si vienes en transporte público puedes dirigirte a metro Taxqueña y en el paradero tomar un microbús que dice Xochimilco Centro, Caltongo y bajarte en esta avenida donde encontrarás inmediatamente este lugar.
Esta fue la recomendación de la semana, asiste y comparte esta información, no olvides dejarnos tus comentarios y sugerencias, nos leemos la próxima semana en esta sección Rincones de la Capital.