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Tlacotalpan: La Perla del Papaloapan

#SecretosDeNuestroMéxico
“Por mucho tiempo tuve en mente ese pueblo rodeado de agua, calles pintorescas, casas de teja con balcones y corredores  coloridos, era como si fuera uno de esos pueblos que describe García Márquez, por mucho tiempo recordé la deliciosa nieve de limón que hizo inolvidable aquel lugar”.

 

 

Dacia Damaris Villegas Morales.
turismo@inperfecto.com.mx

 

Hola a todos los que nos leen continuamente y gracias a los que lo hacen por primera vez, espero estén sintiendo la emoción de leer los artículos que les compartimos y sobre todo espero que les sean de gran ayuda para planear sus viajes, en esta ocasión les comparto tips para Tlacotalpan.

Por mucho tiempo, recordé que habíamos llegado a un pueblo hermoso, para llegar a él habíamos visto el mar, el mar fue nuestro compañero de viaje, de igual forma que lo eran las señoras que vendían camarón fresco junto a la carretera, así como los puestos de cocos que se hacían presentes, también lo fueron los platanares cuando entramos a una zona selvática, bien dicen que la felicidad no es solamente el destino, sino todo el trayecto.

 

Vista al Papaloapan  (Dacia D Villegas M, Verano 2017)

 

Salimos del puerto de Veracruz rumbo a Tlacotalpan después del desayuno, ese camino, sin duda alguna contiene una de las mejores panorámicas de México, desde que sales el clima de la costa te acompaña, el aire cálido y húmedo nos indica que estamos a nivel de mar. Dejar de ver grandes hoteles y el malecón nos dice que salimos de la ciudad, efectivamente, más adelante pequeñas comunidades costeras y el mar son nuestros aliados.

Al llegar a Alvarado la carretera sigue sobre un puente largo, pues debajo se une la laguna y el Golfo de México, esa es una imagen imborrable de mi memoria, ideal para tomar fotos panorámicas y contemplar las riquezas que tenemos en México.

 

Las tejas engalanan la arquitectura (Dacia D Villegas M, Verano 2017)

 

Más adelante dejamos la carretera costera y tomamos la desviación que nos lleva a Tlacotalpan, la naturaleza cambia, se vuelve un tanto selvática y ahora nuestro anfitrión y compañero es el río Papaloapan, unos los ríos más hermosos y caudalosos del país. Sinceramente, no existe una diferencia significativa de nivel entre el río y la carretera, por eso cuando es temporada de lluvias, esa zona es muy propensa a inundaciones.

 

Medio de transporte común (Dacia D Villegas M, Verano 2017)

 

Llegar a Tlacotalpan por Alvarado o por Cosamaloapan nos lleva a recorrer escenarios semejantes y el destino es el mismo: La Perla del Papaloapan. Es curioso, llegamos y acababa de llover en pleno verano, como por arte de magia el cielo se despejó y el sol brilló en su máximo esplendor. Desde que vi las primeras casas la emoción se apoderó de mí, algo mágico tenía ese lugar, casas antiguas con un toque colonial, bien podría estar en un pueblo de Campeche o de Yucatán, incluso en  alguna provincia de Cuba.

 

El colorido de Tlacotalpan  (Dacia D Villegas M, Verano 2017)

 

Todas las casas son coloridas, con corredores y balcones, los techos de teja las hacen lucir aún más, el río es el margen que delimita al pueblo y a su vez le da un toque único de elegancia, naturaleza y tranquilidad,  puedo decir que me sentí en un pueblo de esos que describe García Márquez en sus novelas, no por algo se le llama “la Perla del Papaloapan”.

 

Pescadores alistándose para la siguiente jornada  (Dacia D Villegas M, Verano 2017)

 

Estaba haciendo bastante calor: verano, a nivel de mar y un sol brillante, eso lo compensamos con una de las deliciosas nieves que venden en el zócalo, elegante por cierto, una arquitectura única. Caminamos el pueblo para conocerlo, cada casa es diferente, pero a la vez todas siguen una sincronía, en el interior de ellas no pueden faltar las sillas mecedoras de madera o las hamacas,  la gente es amable y hogareña, hay unas calles que desembocan al río, donde es común ver a los pescadores reparando sus lanchas y redes, alistándolas para el siguiente día.

 

Listos para el fandango  (Dacia D Villegas M, Verano 2017)

 

La segunda vez que estuve en este lugar me tocó vivir “La Fiesta de la Candelaria”, la fiesta del pueblo, una fiesta religiosa que se ha juntado con “El Encuentro de Jaraneros y Decimistas”, increíble, de las cosas que creo todo mexicano debe vivir, la iglesia llena de gente a más no poder, el paseo de la virgen por el río es algo inigualable y por la parte cultural, la presencia de grupos de son jarocho reconocidos y otros de reciente creación que reciben la oportunidad de subir al escenario para deleitarnos con música tradicional.  

 

 

Es maravillosos por la noche ver los fandangos en los lugares ya propuestos y también aquellos que se arman de la nada, donde coinciden aquellos que llevan algún instrumento musical y tienen la mayor disponibilidad de tocar hasta el amanecer del siguiente día; las jaranas, las leonas, los requintos, las quijadas y demás instrumentos suenan al unísono y rodean la tarima para darle vida con las elegantes zapateadoras que suben.

Generalmente los fines de semana siempre hay fandangos, están retomando esta parte cultural, uno puede llegar a los fandangos que se hacen en las calles, sentarse y presenciar esa costumbre única de la región, con toda la libertad pueden participar en él, algo que me encanta es que siempre te ofrecen agua de sabor o un típico torito y bocadillos de la región, con este detalle dejas de ser turista y  te hacen sentir parte de la comunidad.

 

 

 

Es muy recomendable dar el recorrido en lancha por el río, en este viaje logras ver otra perspectiva del pueblo, una imagen única, además de que te dan una explicación sobre la localidad. No dejen de visitar la casa de cultura, los locales que ofrecen productos de la zona y sobretodo, es paso obligado comer en los pequeños restaurantes que están frente al río, te ofrecen pescados y mariscos frescos de la región con su toque de la Perla del Papaloapan.

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