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Sócrates

#Sexualidad
Sócrates ve el amor hacia el hombre de una manera especial, sin embargo algo hacía que se detuviera.

 

Rosario Aguilar.
rosario.aguilar@inperfecto.com.mx

 

“Entonces ocurrió […] tambaleándose mi antiguo aplomo; ese aplomo que, en otra ocasión, me habría llevado a hacerle hablar fácilmente. Pero después de que –habiendo dicho Critias que yo entendía de remedios- me miró con ojos que no sé qué querían decir y se lanzaba ya a preguntarme, y todos los que estaban en la palestra nos cerraban en círculo, entonces, noble amigo, intuí lo que había dentro del manto y me sentí arder y estaba como fuera de mí, y pensé que Cidias sabía mucho en cosas del amor, cuando, refiriéndose a un joven hermoso, aconseja a otro que ‘si un cervatillo llega frente a un león, ha de cuidad de no ser hecho pedazos’ Como si fuera yo mismo el que estuvo en las garras de esa fiera…”

 

Así escribe Sócrates, quien reflexiona sobre eros, su centro de reflexión es de moral y política,  algunos filósofos buscaban darle nombre a esa pulsaciones que fueron provocando pulsaciones a gente del mismo sexo y de diferente sexo, quería saber la diferencia entre el amor homosexual y el amor heterosexual,  y esta necesidad de saber cuál era superior, se dice que Sócrates era homosexual y tuvo una relación platónica con su discípulo Platón quien habla de esta relación como un amor espiritual, el presenta a un Sócrates casto,  desinteresado por el sexo e incorruptible, y hablaba de este amor de muchachos como instrumento a la conquista de la sabiduría.

Alcibíades, a quien le dedica este relato platónico, Sócrates resiste al bellísimo impúdico que aspira a convertirse en su erómenos:

“Por mi parte, el amor que siento por Alcibíades me ha llevado a una experiencia puntualmente análoga a la de las Bacantes, que cuando están inspiradas pueden hacer brotar leche y miel allí donde otros no sacarían ni siquiera agua de un pozo. Igualmente yo, incluso si no he aprendido nada que pueda transmitir a alguno para hacerlo bueno, he pensado que, en virtud de mi amor, mi compañía habría podido hacerlo mejor”.

Sócrates a dicho mucho y aún falta más que decir.

 

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