#Sexualidad
La nota anterior hablábamos de un manual escrito por Aristóteles, puntos para reflexionar que sucedieron hace 4 siglos.
Rosario Aguilar.
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Conocido como la obra maestra de educación sexual del siglo XVII, la curiosidad por el sexo a sido de toda la historia de la humanidad, Aristóteles escribe una guía prematrimonial por así decirlo, dando tips de cómo y para qué tener sexo.
Este manual habla del clítoris como el centro del placer venéreo, una parte del cuerpo que crece sin parar en busca de placer cuando se somete a una lujuria extrema, algo que no estaba permitido para una mujer es que lo hiciera ella sola, él explica que “el hombre tiene un huevo dentro de sus testículos y es fecundado por la mujer y que luego se implantaba en el cuerpo femenino. Para saber si la mujer se había quedado embarazada era necesario hacer una prueba de orina tres días más tarde, buscando en la sustancia la presencia de pequeñas criaturas. Una señal clara de que se había logrado el embarazo era que la mujer tuviera los párpados hinchados o los ojos enrojecidos en los días posteriores al encuentro sexual. En una de sus afirmaciones más curiosas el libro advierte de que el hecho de que el himen esté desgarrado no significa que la mujer no sea virgen.”
Y leyendo esto los pensamientos divagan, y el lenguaje de hoy en día son los sobrenombres a los genitales, será que desde entonces le llaman a los testículos “huevos”, el clítoris a la excitación crece, la masturbación femenina a la fecha no es bien vista, pero que aun así ya hay más mujeres que se atreven a experimentar en su cuerpo, y efectivamente el himen se desgarra hasta por una caída, y no necesariamente por tener relaciones sexuales.
Esta obra un tanto contradictoria ya que si bien se usaba para manual de educación sexual, para otros era absurda, aun así se seguía distribuyendo en un buen porcentaje en el siglo XlX lo buscaba como referencia sexual y aunque se prohibió publicarla ya que aunque es contenido sexual, no tenía o no querían darle la razón del todo, pero sí dio referencias de cómo se vivía la sexualidad sede entonces, un último dato curioso es que se dice que Aristóteles no fue el creador de este manual, pero al ser una persona con prestigio le iban a dar más presencia al libro.
Aristóteles filósofo, polimata y científico, nacido en Estagira, Grecia, en el año de 384 a.C.
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