#InPerfecciones
Ejércitos de Paz y hablarnos de tu a tu con el crimen organizado, no queda claro si es una estrategia o un ofrecimiento, y la militarización en el discurso va ganando terreno.
Carlos Rosas C. / @CarlosRosas_C
Según los cánones de las buenas y sanas costumbres bélicas “si deseas la paz debes prepárate para la guerra”, y con la mala experiencia de la guerra contra el narco declarada por Felipe Calderón y los desastrosos resultados a lo largo de su sexenio y la secuela con Enrique Peña que siguió arrojando peores resultados, pues como que la nueva administración ya no está para darse el lujo de mantener un frente que a todas luces nunca dio resultado.
Sin embargo, bueno sería que el anuncio del término de la guerra que el Presidente de la República hizo junto con el llamado a la paz se hubiera acompañado de una acción contundente con el fin de abatir los altos índices de violencia, pero no, al contrario, el anuncio de la negativa a perseguir a los “capos” ha dejado una huella de confusión muy profunda porque la pregunta que brincó de inmediato fue ¿y entonces para que va a servir la Guardia Nacional?.
Se ha discutido ampliamente sobre la conformación de la Guardia Nacional y su rasgo militar que según Mario Delgado, Ricardo Monreal, Martí Batres, Alfonso Durazo, y Olga Sánchez Cordero no puede considerarse de esa manera aunque el mando operativo se encuentre en manos de la Secretaría de la Defensa –lo que pasa es que estos militares antes de “madrearte” te leerán tus derechos y por favor te darán un toletazo-, aspecto que por más que se le busque un adorno que lo haga pasar como un cuerpo policiaco civil pues no hay manera de esconder lo evidente.
Ahora bien, es importante señalar que suponiendo que en un afán muy previsor el Gobierno Federal esté advirtiendo que como se encuentra removiendo las “tripas” de la pasada administración y muy probablemente de otras más atrasadas, pues la incomodidad de los grupos delincuenciales sea equivalente a haber pateado el avispero, situación que se ha manifestado de sobremanera en la sensación de inseguridad y la gran cantidad de reportes, noticias, y denuncias sobre asaltos, secuestros, balaceras, ajustes de cuentas etc. y por esta razón la apuesta por la Guardia Nacional sea la opción que se considera más viable para hacerle frente a la delincuencia, pero podemos preguntar nuevamente, si la captura de los capos que generan violencia no es prioridad ¿entonces a quien van a perseguir los “polimilitares”?.
Alfonso Durazo Montaño, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, señaló que la Guardia Nacional permitirá que en unos tres o cuatro años podamos “hablarnos de tu a tu con el crimen organizado”, y bueno, probablemente los asesores de imagen y estos menesteres o andan de vacaciones o de plano el recorte presupuestal los alcanzó o simplemente la inteligencia para hacer una declaración de éste calibre se esfumó.
¿Cómo que en tres o cuatro años podamos hablarnos de tu a tu con el crimen organizado?, es decir, ¿los resultados serán tangibles hasta ese entonces?, o sea ¿hablarnos de tu a tu con el crimen organizado sugiere una guerra? ¿le van a poner un nombre dominguero como “Plan Nacional en Búsqueda de una Paz Perenne”?, y lo mejor de lo que Durazo Montaño sugirió y que nadie le está inventando es que la propuesta del Ejecutivo es replantear los objetivos de la Fuerzas Armadas y convertirlos en “Ejércitos de Paz” –si, leyeron bien, ejércitos de paz- aprovechando el capital humano, instalaciones, experiencia, fortaleza institucional y elementos del Ejército, la Marina y la Policía Federal.
Si lo obvio ofende, la simulación indigna, ya que barnizar la militarización del país con la tilde de “ejército de paz” sugiere como se dice coloquialmente que las “cosas se van a poner de a peso”, ¿entonces para que tanto brinco estando el suelo tan parejo?. Las cifras y los resultados que arroja la presencia militar en las calles se encuentra registrada y tenemos malamente pésimas experiencias con esta clase de implementaciones, y ojalá que dentro de tres o cuatro años eso de estar hablándonos de tu a tu con el crimen organizado no sea para pedir una tregua entre el Ejército de Paz y los capos que no habrán de ser perseguidos.
#InPerfecto