#InPerfecciones
Es lógico defender el sueldo, es lógico pedir que se cumpla la ley. Lo ilógico es dejar de lado el hecho de que las partes en disputa deben trabajar para un solo fin.
Carlos Rosas C.
Uno de los temas que con regularidad se toca en México es el que tiene que ver con los salarios, ya se ha comentado hasta el cansancio el nivel tan ínfimo que representa lo que ganan los trabajadores nacionales, las cifras que se obtienen pasan de ser reveladoras a ser insultantes cuando vemos que el poder adquisitivo del sueldo va perdiendo precisamente eso, poder, y ya ni hablar de cuando se anuncian con bombo y platillo los aumentos de dos pesos que asombran a todos a la hora de sacar cuentas que por supuesto nunca cuadran.
Saber cuanto gana un diputado, senador, presidente o magistrado es algo que se puede saber con relativa facilidad ya sea por noticia o por escándalo, sin embargo, el resultado será de entrada el mismo entripado de siempre cuando se conocen las cifras. Nadie ha dejado de preguntarse como es posible que estos personajes ganen tanto si lo único que hacen es “chingarse a todos”, ya quisiera uno que le pagaran lo que ganan estos “parásitos” por literalmente no hacer nada y queda claro que la vergüenza es algo que se pierde cuando se gana un sueldote.
La ley federal de Remuneraciones de los Servicios Públicos busca aplicar el yugo de la austeridad republicana para que ningún servidor público gane más de los 108, 000 pesos que gana el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador y así controlar esos sueldos insultantes para la población que con mucho trabajo tiene que pagar sus cuentas mes con mes.
Ésta situación ha generado una disputa entre las cámaras de diputados y senadores y la Suprema Corte de Justicia de la Nación después de que el viernes pasado la SCJN decidió parar dicha ley de remuneraciones argumentando que se vulnera el estado de derecho en la nación y que las declaraciones de AMLO sobre el sueldito que tienen los jueces y magistrados es tan falso como los billetes de 3,000.
La pugna entre las cámaras y la SCJN comienza a tornarse mas en un chisme de lavadero donde el argumento por la implementación de la austeridad republicana y la vulneración del estado de derecho comienzan a desgastarse porque lo interesante es ver como quienes del manejo y conocimiento a profundidad de la ley defienden a capa y espada su sueldo pero para todos los trabajadores que reciben un sueldo y trato laboral nefasto ni la Secretaría del Trabajo se hace presente.
Incluso el sueldo del Presidente resulta insultante cuando sabemos que hay quien no tiene que llevarse a la boca ni la certidumbre de tener trabajo. Es muy fácil hacer un llamado a la austeridad sin sentir el rigor de la profunda pobreza nacional y que como promesa de campaña arranca aplausos, pero hace falta superar la reyerta política sin caer en la banal defensa de un sueldo que insulta la necesidad de muchos.
#InPerfecto