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Derechos humanos violentados, la realidad de México.

#InPerfecciones
¿Podríamos decir que en México existe la impartición de justicia? Y ¿Podríamos decir que en México hay un respeto hacia los Derechos Humanos?

 

Miguel Angel Millán Cancino
miangel.millan@inperfecto.com.mx

 

Nos encontramos en uno de los momentos más delicados de la historia, en donde reconocer el entorno en el que México se encuentra nos puede costar un trabajo sin igual; estábamos acostumbrados a ver un país en el que todos vivíamos momentos de crisis y represión, pero que se escondían en las sombras de los juegos, de las cortinas de humo, de la cocina familiar y de una televisión fantasiosa, al final de cuentas, la violencia, crisis y represión siempre han estado ahí, sin embargo, hoy sabemos que hemos llegado al punto en el que ya nos dimos cuenta de los niveles incomprendidos que han llegado a excesos de violencia y marginación.

Sin embargo, al margen de la violencia, entre propios y extranjeros algo que también hemos ido viendo, no porque sea nuevo sino porque se han juntado cosas en los últimos años que nos han ido mostrando una realidad que para muchos no es tan grave, pero para los que si andamos a pie viviendo y sobreviviendo en el mundo real, vemos que cada día nuestros derechos humanos son violentados

 

El ejercer violencia no es único en el ejercer fuerza física contra otra masa muscular, es también la vulnerabilidad económica, es la violencia social, represiva a la que los gobiernos y órganos se han ido acostumbrando y lo peor, evolucionando para poder esconder las realidades que se vive en el día a día en donde callar cada una de las voces que se levantan, es ejercicio ejercido con doctorado Honoris Causa por parte de aquellos que se supone deben de garantizar el pleno ejercicio de los derechos humanos que cada día se muestran más débiles.

El día de ayer, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, ha dicho que no se tolerará ni se vivirá en violencia de Derechos Humanos, que se castigará y que no habrá esos momentos, pero para ello se necesita una reforma enorme, la visión clara de una política que deje de ser lejana y escuche a los que hemos sido lastimados, por cada institución y hasta de situaciones.

 

¿Cómo se puede erradicar la violencia, marginación, discriminación?

Quizá esa sea una de las respuestas más difíciles de poder responder, ya que la discriminación es muy subjetiva a la visión y de sentimientos, incluso la violencia, si existe, muchas veces no es identificada, debido a que se ha ido mostrando como algo normal y aunque, la información se vierte de manera seguida, es como exhibirla como para mostrar que si existe aunque la realidad, la hipocresía se acrecienta al hablar del tema que justo es en el que se te tengo atrapado.

México se encuentra en situación de debilidad, con pueblos desplazados, que son pueblos originarios; migrantes que miran tras las rejas de un muro bizarro que divide la frontera de México con Estados Unidos que en albergues infestados de infecciones por las malas condiciones y la falta de agua se da un foco de riesgo muy alto, mientras del otro lado en donde si hay gente en pobreza, hay quienes tienen un sueño o realidades americanas que es lo que buscan siendo México, el país no deseado por ellos debido a la violencia del crimen e incluso de la xenofobia social.

 

Yo quiero saber, ¿Cómo se va a procurar el respeto a los derechos humanos universales e individuales? Porque ya no podemos negar que la realidad de México es una muy siniestra, la violación diaria y constante, misma que muchos buscan en gente “mala”, pero que no, que viene desde la oficina del máximo comandante de las fuerzas armadas o de los equipos de trabajo de alto mando, hasta lo más básico en la escala social en donde en las comunidades se vuelven juez y parte de aquel juicio en donde todos somos parte de un medio en el que el pisoteo al derecho a expresarse y vivir está oculto dentro de las letras de la Constitución, una Carta Magna que a veces se vuelve más letra muerta que muchas lenguas romances.

Es momento de ver y exigir que la promesa de procurar nuestros derechos y cambiar esta realidad se dé, con el simple hecho de que ahora, podamos simplemente regresar un poco al camino de la paz, aunque, creo que solo es una utopía lo que estoy pidiendo.

 

#InPerfecto

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