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“EN DONDE SE RIEGAN LAS TIERRAS”.

#TurismoSustentable

Estoy hablando del pintoresco Tlahuelilpan, cuyo nombre significa “En donde se riegan las tierras” muy acorde a una de las principales actividades económicas de la región, la agricultura.

Atenea Sánchez.
atenea@inperfecto.com.mx

 

¡Hola!
¿Cómo estás? Espero que estés planificando tu viaje para este último puente del año. Yo, ya estoy más que lista, pero no te platicaré sobre ese recorrido hasta que haya regresado de disfrutar ese maravilloso estado. Por ahora, quiero seguir con el pasado, ¿recuerdas a dónde fuimos la semana pasada? Pues bien, sigamos con el corredor tolteca y acompáñame en esta aventura en el tiempo.

Recorramos un pequeño municipio, pero de gran historia al suroeste del estado de Hidalgo, estoy hablando del pintoresco Tlahuelilpan, cuyo nombre significa “En donde se riegan las tierras” muy acorde a una de las principales actividades económicas de la región, la agricultura.

Además de la agricultura, en este lugar, se suscitaron varios hechos históricos relevantes, entre ellos, en 1560 se establecieron los primeros españoles y con ellos la evangelización en la Nueva España, la orden de los Franciscanos edificaron sus templos en el Valle del Mezquital, por ello es que el templo emblemático de este municipio está dedicado a San Francisco de Asis, tanto la belleza arquitectónica exterior como el interior, reflejan rasgos de este orden sacerdotal, muy parecida al Ex Convento de Acolman, que en alguna otra columna te platicaré.

Hoy en día, podemos admirar esta monumental obra arquitectónica que, si bien fue planeada por los frailes españoles, surgieron de las talentosas y trabajadoras manos indígenas. Este imponente convento no es la excepción y podemos deleitarnos con sus riquezas a través de las pinturas murales.

Este recinto, es considerado una joya del arte popular mexicano, pues su capilla abierta es única en México, ya que fue construida en planta alta. El gran arco construido en cantera rosa, una sola torre y su campanario plateresco decorado con cantera que forma gruesos cordones, junto con los murales al interior que aún conservan la pintura original, es sin duda digno de admirar.

 

Si quieres conocer otros templos de la orden de los Franciscanos, te invito a recorrer los templos de Tula, Tepeji, Alfajayucan Huichapan y Tecozautla también en el Valle del Mezquital. O bien Tepeapulco, Zempoala, Apan y Tlanalapa en la altiplanicie pulquera.

En contraste, si quieres conocer los templos de la segunda orden religiosa, correspondiente a la orden de los Agustinos te invito a visitar en la Huasteca Hidalguense, en el altiplano: Tezontepec, Actopan, Ixmiquiquilpan. En la montaña: Metztitlán, Atotonilco el Grande, Tlanchinol y Huejutla (también te llevaré a este destino próximamente).

 

Para el año de 1910, se construyó una enorme hacienda, que explotaba una gran extensión de tierra, abarcaba los actuales municipios de Tula, Atitalaquia, Tlaxcoapan, Tezontepec, Mixquiahuala y por supuesto Tlahuelilpan, representó un centro de gran riqueza por el potencial agrícola de la región, sin embargo, con la caída del Porfiriato, finalmente se repartió en ejidos y pequeñas propiedades.

Fue hasta el año de 1970, que el estado decidió declarar a Tlahuelilpan, oficialmente municipio de Hidalgo.

 

Las fiestas en honor a su santo patrono, se realizan del 7 al 16 de octubre, entre danzantes, conciertos, bailes populares, juegos mecánicos, concurso de belleza, sus pobladores se reúnen para conmemorar estos festejos.

Cabe destacar, que en el marco de la tradicional Feria de San Francisco de este año, se presentó la obra fotográfica-histórica con el nombre “Postales del Valle del Mezquital” expuesta en el Centro Cultural Regional de Tlahuelilpan.

La muestra fue organizada por un colectivo de divulgadores independientes de la región, la memoria fotográfica, es una colección preservada durante años, originaria de los municipios de Tlahuelilpan, Tula, Tezontepec, Mixquiahuala, Atotonilco de Tula y Tlaxcoapan.

Respecto a la gastronomía, en este bello lugar, podrás disfrutar de una deliciosa ttradicional barbacoa de carnero, en pencas de maguey que previamente son asadas y enterradas en la tierra (en horno de hoyo) para finalmente ponerlas al fuego, también podrás probar los gusanos blancos de maguey, chinicuiles y la bebida considerada de los dioses en esa región: pulque.

 

Cada rincón de nuestro México es maravilloso y aunque no ostente el título de pueblo mágico, Tlahuelilpan, es un lugar rico en historia, te invito a que te des la oportunidad de visitar este municipio en el corazón del Valle del Mezquital.

 

¡Nos leemos en la próxima aventura!

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