#InPerfecciones
Santa Lucía selló el destino fatal del NAIM, y la celebración resulta en tonos grises, y lo más esperado serán los costos políticos porque los costos financieros nunca son de fiar.
Carlos Rosas C.
No podemos decir que la incertidumbre terminó y que todo es felicidad después de conocer el resultado de la consulta pública que decidió el fatal destino del NAIM y que como ya lo habíamos comentado el pasado jueves, lo último importante es el resultado de la consulta que lejos del mensaje triunfalista por el ejercicio democrático con el que se hizo alarde de la voz de la “inmensa mayoría” que definió el resultado del pasado domingo 28 de octubre en un marco donde privaron las irregularidades para que al final y después de una campaña en la que fue totalmente notorio que la decisión ya estaba tomada y que solamente lo que se necesitaba era una justificación para darle camino a esta lucha más de tintes políticos que económicos porque tal parece que en el gobierno electo tiene bien medidos los riesgos que la cancelación del NAIM representa.
Es muy interesante observar a un López Obrador la mañana de este lunes hablando con en calma del resultado, asegurando que las cosas habrán de calmarse y que finalmente todo regresará a su cauce mientras el nerviosismo es evidente y los resultados muy lejanos porque lo que es todavía más evidente es que para el acondicionamiento del aeropuerto Benito Juárez hace falta el proyecto y los costos, para Toluca también hace falta lo mismo, y para Santa Lucía una cosa es la viabilidad técnica y otra el tema de la ejecución que también con los “dimes y diretes” que se vieron a lo largo de la campaña para tirar el aeropuerto en Texcoco.
Políticamente las consecuencias representan una victoria temporal para López Obrador que junto con su séquito de expertos tendrán que llevar una vigilancia perfecta y cometer cero errores como el que ya cometieron al recibir el desmentido del gobierno Francés que se desmarcó la tarde noche del mismo lunes para decir que ellos solo pusieron en contacto al especialista en seguridad aérea con el equipo de transición del gobierno entrante y que nunca dieron su aval para Santa Lucía, cosa que deja en ridículo el dicho del presidente electo que lo anunció como el as bajo la manga que le daba toda la certeza técnica.
El gobierno federal ha hecho el anunció que los trabajos del NAIM no se detendrán durante el tiempo que falte de la administración saliente en la que no darán la orden para detener los trabajos, y literalmente van a dejar la responsabilidad a López Obrador y que sea él quien culmine este “golpe de autoridad” política, pero lo cierto es que detrás de esta decisión del “pueblo sabio” se encuentra algo más que viabilidad técnica, respeto a la naturaleza, y ejercicio democrático al que “debemos acostumbrarnos” para otras decisiones que pondrán a prueba precisamente la insípida democracia nacional.
#InPerfecto