Ícono del sitio

PONGANSE DE ACUERDO

#InPerfecciones

 

Una de dos, o se ponen de acuerdo o comienzan por encomendarse a un patrono muy “profesional” que otorgue la protección y sapiencia que se requiere para sobrevivir a estos tiempos donde la imagen lo es casi todo.

 

Carlos Rosas C.   

carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Tradicionalmente estamos acostumbrados a encomendarnos a un ser superior cada que nos disponemos a efectuar alguna actividad que requiere poner algo en riesgo, ya sea arriesgar el físico, apostar, tomar una decisión, etc. Esto lo hacemos para sentir algo de seguridad  ante la incertidumbre que se percibe al tomar un riesgo en las manos.

 

Pero aunque estoy hablando de cosas muy cotidianas, ninguno de ustedes lectores me van a dejar mentir si señalo que salir a la tienda de la esquina ya se ha vuelto una actividad de alto riesgo porque de hecho sabemos cuándo vamos a salir pero no cuando vamos a regresar, ya sea por el tiempo que de manera imprevista nos pueda sorprender para asignarle al “mandado” que tengamos que  hacer, o por una situación de esas que no le deseamos a nadie como encontrarse en medio de un accidente, asalto, secuestro y hasta una balacera.

 

Y,  ¿a dónde voy con todo esto?, bueno, en realidad ya es un chisme viejo la declaración del López Obrador en la que ha señalado que no desea tener “seguridad” profesional que le cuide las espaldas durante su administración bajo la consigna de que “el pueblo lo cuida”, a lo que podríamos –y seguro muchos lo hicieron- reír sarcásticamente por lo sobrado que se antoja esa declaración, y aunque suponiendo sin conceder que así fuera  hay quien no se encuentra muy de acuerdo y ha externado su preocupación al respecto, como la próxima secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero que puso los puntos sobre las íes en cuestión de la seguridad que debe tener el jefe del ejecutivo que una vez asumida la embestidura presidencial deja de ser un ciudadano del “montón”, aspecto que con la experiencia y aparentemente más prudencia de la señora Cordero pone el dedo en la llaga sobre la forma en que López Obrador asume un tema de proporciones delicadas dejando la puerta abierta de posibles incidentes que se puedan presentar en un escenario donde el ímpetu de mucha gente ávida de solución para sus peticiones buscará la manera de ir al encuentro frontal del presidente de la república.

 

Si lo que se busca es una relación muy cercana con la gente, está bien, el estilo es lo de menos para desempeñar las labores propias de un jefe de Estado, aunque no estaría nada mal que para tal efecto se pusieran de acuerdo todas las partes que integrarán el gabinete, porque el mensaje que se está dando no es lo suficientemente claro y sería muy desafortunado que los esfuerzos de cada secretaría se encontraran encaminados a justificar las contradicciones del discurso y en los actos derivados de decisiones o dichos unilaterales, aunque de todos modos siempre les quedará la opción de encomendarse al ser superior de su preferencia.

 

#InPerfecto

Salir de la versión móvil