#Cultura
Tiene como finalidad el pensar en nosotros, pero no como alma o espíritu, sino como un cuerpo. Uno termina valorando la salud de la que gozamos y la perfección con la que está diseñado nuestro cuerpo.
Natalia García
natalia.garcia@inperfecto.com.mx
¿Alguna vez has visto un cuerpo humano en conservación?, pues aquí te lo mostrarán desde que es un embrión. Esta vez nos aventuramos al Palacio de la Escuela de Medicina, ubicado en República de Venezuela 33, Centro Histórico, colonia Centro, delegación Cuauhtémoc. Durante casi cien años, las lecciones de medicina y enfermería se impartieron en el Palacio. En 1956, la Escuela de Medicina se trasladó a Ciudad Universitaria, inició una restauración y desde 1980 se convirtió en Museo de la Medicina Mexicana.
Tiene diversas salas, nos muestra la evolución que ha tenido la medicina en nuestro país, comenzando con civilizaciones como la maya, zapoteca, olmeca, etc. Desde la primera encontramos huesos con diversas enfermedades o características que pertenecieron a gente en el pasado, las cuales pudieron ser consecuencia de la falta de higiene, actividades salvajes, guerras, entre otras.
Hay otras que tratan de los avances en distintos materiales que se utilizan en consultorios o laboratorios actualmente; también hablan de la herbolaria; hay varias que tienen esculturas de cera, en las que nos ilustran características y síntomas de diversas enfermedades; existe una que nos expone sobre la embriología y tiene fetos donados.
Hay una exposición que estará hasta el 20 de noviembre llamada “A Capite ad Calcem”, que tiene como finalidad el pensar en nosotros, pero no como alma o espíritu, sino como un cuerpo. Algo que nos impactó bastante fue la sala Dr. Fernando Monasterio, nombre que recibió en homenaje a el primer cirujano fetal del mundo. En esta nos muestran diversas operaciones que se realizaron a niños que nacieron con malformaciones muy notorias o extremas, así como resultados de mutilaciones en accidentes, y las etapas que se llevaron a cabo para la reconstrucción de estas zonas.
Es un museo padrísimo e interesante, es súper recomendable para ir y disfrutar un fin de semana. Uno termina valorando la salud de la que gozamos y la perfección con la que está diseñado nuestro cuerpo. El recorrido dura aproximadamente hora y media. Recuerda que este lugar alberga cuerpos humanos, así que debemos ser respetuosos en todo momento La entrada es totalmente libre, se debe dejar una identificación. Los horarios son de lunes a domingo de 09:00 a 18:00 hrs, excepto días festivos oficiales y periodos vacacionales de la UNAM.
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