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El juego del sexenio no era tan predecible.

#InPerfecciones

“1, 2, 3 por mí y por todos mis amigos” es el grito que el presidente en turno hace para poder salvar a todos sus cuates o por lo menos, a los cuates de sus cuates.

 

Miguel Angel Millán Cancino

miangel.millan@inperfecto.com.mx

 

Elba Esther Gordillo, Rodrigo Medina, ¡libres!

 

Parecería que la consigna es sacar a todos los que fueron perseguidos políticos y que ahora, ya que el perdón de la amnistía parece no ser único pensamiento del futuro gobierno, sino que lo pone en práctica pero con aquellos culpables sociales que son inocentes ante la justicia.

 

Esta semana se dictó ante las autoridades “competentes” que Rodrigo Medina, ex gobernador de Nuevo León era inocente de los cargos que había tenido ya que no había pruebas que lo acusaran fehacientemente, el tema me recordó claramente a Doña Elba Esther Gordillo, ya que en mi memoria (y en Youtube) aparece Murillo Karam en el 2013 diciendo nombres, santo y seña de cómo es que se llevaba a cabo el lavado de dinero que hacía la ahora inocente maestra que pide de vuelta sus millones.

 

Yo hablé en otra de mis #InPerfecciones sobre el tema llamándolo como un juego absurdo donde pensaba que todo era un show con el afán de ‘legitimar’ un gobierno que entró lleno de taches y con burlas por la grandiosa inteligencia y meticulosa conciencia lectora del actual presidente Constitucional que dentro de poco se va sin hacer ruido.

 

¿A qué jugaron todo el sexenio? Porque si bien, no fue un buen gobierno, no hubieron buenas reformas, no hubo nada que nos dijera, ¡Ah, Peña Nieto será recordado porque fue el presidente de…! Bueno, quizá el presidente de los memes, de Instagram y de las burlas.

 

Los acusados están saliendo de las cárceles y exonerados de todo tipo de culpas, expiados por la mano santa del perdón, hoy pueden aventar la piedra y pegarnos a todos nosotros sin importar las chingas que ya nos han dado. Rodrigo Medina, ex gobernador de Nuevo León dice siempre haber tenido fe en su inocencia y claro que alguien que sabe que saldrá libre de toda culpa puede tener fe en ello, lo que me preocupa es si el tema se va a repetir con Javier Duarte.

 

Parecería lejano, pero si buscamos un poco en los archivos de noticias hay quienes han ventilado que en su proceso hay acciones que no han sido comprobadas, por lo que probablemente el caso se pueda dar, o quizá no, depende que nivel de escándalo quieran dar y sobre todo, cuanta culpa le quieran echar a Andrés Manuel López Obrador que circula trabajando con la bandera del perdón y la no persecución aunque él, en este tema no tenga injerencia aún.

 

Veamos a donde llega la realidad de todo el tema, pasando las elecciones y con un gobierno nuevo que parece que va a llegar con culpas reales y culpas del juego de las escondidillas donde liberan a los que estaban escondidos.

 

#InPerfecto

 

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